Por la Madre Teresa de Chalchihuites

Tod@s creímos en sus promesas, hoy, hay mucha decepcion

Tod@s creímos en sus promesas, hoy, hay mucha decepcion

QUE TENGAN buen día y que Diosito no nos desampare, pues la sangre de zacatecan@ s sigue bañando todo el estado.  Raro es el día en que estos abominable hechos no sucedan.

 HOY PLATICAMOS con algún familiar, amigo o vecino y pronto corre la noticia de que fue asesinado a balazos en agresión directa o por alguna bala perdido, las propias autoridades lo reconocen.

 ¡DIOS! ¿QUÉ pecado hemos cometido para que en nuestra hermosa tierra de rostro de cantera y corazón de plata sigan corriendo los ríos de sangre?

PERDÓNAME, Señor que te haga esa pregunta, pero es que este rosario de asesinatos parece no tener fin: ya la gente comienza a comparar el Gobierno de Don Alejandro con el de Don Miguel, y ya sabes lo que dicen: “¡REGRESA Miguel, te perdonamos!”.

 ME DUELE decirlo pero así es: “¡Regresa Miguel, te Perdonamos!”.

 Y ES QUE al arribar Don Alejandro, acompañado de su hermosa esposa Doña Cristina a la Casa de los Perros, el pueblo feliz los vitoreaba porque, además de ser la pareja ideal, pronto solucionaría “los problemas mas más te preocupan”, entre ellos “la paz y la tranquilidad que ha perdido Zacatecas”.

 LA GENTE le creyó, yo también, y les sigo creyendo a los dos, pero…

 RECUERDO que el gentío, arremolinado en torno a Don Alejandro el día de su toma de protesta, estaba muy pero muuuy ilusionado porque Doña Cristina, durante toda la campaña electoral, no se cansaba de decir que su esposo, o sea Don Alejandro, era una persona “honesta, trabajadora, fiel y cumplidora… mí nunca me ha fallado”, presumía llega de orgullo.

 ASÍ ES que mucha gente, yo incluida, le aplaudimos hasta el cansancio: a mi se me cayeron seis botellas de rompope que llevaba en mis brazos, pero poco me importó: por fin había llegado el Gobernador “honesto, trabajador, leal y cumplidor”, que tanto le hacía falta al pueblo.

 AHORA SÍ, dijimos, a Zacatecas le esperan cinco años de “paz, tranquilidad, salud, educación, vivienda digna, buenos empleos y mejor pagados”, nos los imaginábamos como auténticos querubines bajados del cielo, él con su rostro bien afeitado y su pelo corto, ella hermosa como una princesa, o mejor, como una reina.

 PERO VEA el lector lo que ahora, decepcionada, dice la gente: “COMFORME fueron pasando los días, Alejandro y Cristina, vestidos a la usanza charra se dedicaron a bailar y a beber hasta en público.

 “SE ALEJARON de su pueblo y de Dios, si en sus giras de trabajo la gente les pide 40 sacos de cemento para hacer un cuartito, nomás les dan cuatro, porque, alegan, “tenemos que vivir en austeridad y trabajar diferente”.

 “PERO VÉANLO a él -se quejan- ahora viste trajes carísimos y corbatas de seda importadas, vive a todo lujo con su esposa, hijos y familiares, mientras que al pueblo lo condena a vivir en atroz austeridad”.

 ¡AY DIOS mío!, yo no quisiera creerles, pero… me siento confundida.

 HOY, VIERNES 13, me informa Fabiolita, desde la Redacción de Página 24 El Mejor Periodismo Diario, que dos personas fueron asesinadas a balazos, ¡uno de ellas era policía estatal! ¡AY VIRGENCITA de Guadalupe cúbrenos con tu manto!, que, debido a los tiempos, debe estar blindado.

 HOY ME pregunto: Con tanto asesinato, ¿podrán dormir bien Don Alejandro y Doña Cristina? Sólo ellos y Dios, lo saben.

 DESPUÉS DE echarle un ojo al rompope, voy a mi catre con la esperanza de que los asesinatos no aumenten por el resto de la noche:

DULCES SUEÑOS.