¿A la Población, a la Corona, a las Mineras?: Adame

Por Miguel Alvarado Valle

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Faustino Adame Ortiz, dirigente del Frente Popular de Lucha de Zacatecas (FPLZ) (Fotos: Rocío Castro Alvarado)

Faustino Adame Ortiz, dirigente del Frente Popular de Lucha de Zacatecas (FPLZ), señaló a Página 24 Zacatecas, la lamentable situación del campo zacatecano debido a la crisis y el mal estado en el que se encuentra el sector agrícola de la región, agravado por la negativa del gobernador a declarar el estado de emergencia por sequía.

Adame Ortiz enfatizó que los gobiernos actuales y anteriores no han tomado las medidas necesarias para avanzar en la tecnificación del campo y no han brindado los suplementos agrícolas necesarios, dejando al campo zacatecano en un estado precario.

Apuntó que a esta situación se suma la descapitalización del sector y la inseguridad, que actúan como un “cáncer” para Zacatecas y el país en general.

Asimismo, el dirigente resaltó que la falta de lluvia suficiente ha impedido que la tierra se moje adecuadamente, creando condiciones desfavorables para este ciclo agrícola.

Por tal motivo, indicó que las presas, los mantos acuíferos y los pozos siguen sufriendo una escasez de agua, y los problemas con la cuota energética y las concesiones agravan aún más la situación.

Manifestó que esta combinación de factores ha provocado también la muerte de ganado por falta de alimento y condiciones adecuadas, indicando la gravedad de la crisis.

Además, Adame Ortiz denunció la corrupción y la falta de atención de las dependencias gubernamentales encargadas del campo, las cuales no brindan el soporte necesario ni proveen las semillas para la siembra.

En relación con el proyecto Milpillas, destacó la necesidad de clarificar a quién beneficiará realmente este proyecto hídrico, ya que ejidatarios de los municipios de Jiménez del Teúl y Sombrerete han expresado su rechazo a la construcción de la presa.

Mencionó que una de las preocupaciones principales es que no se ha otorgado la indemnización justa a los ejidatarios y que algunas comunidades desaparecerán como resultado de la construcción de la presa.

“Aquí la incógnita es ¿para quién va ser el agua?, si realmente va a ser para la población, la gente o para los consorcios mineros, las cerveceras y empresas grandes”.

Finalmente insistió en que el proyecto debe ser analizado detenidamente y gestionado con total transparencia para evitar cualquier tipo de corrupción y asegurar que los beneficios lleguen a quienes más lo necesitan.