Tienen de Rodillas a Zacatecas

Por la Madre Teresa de Chalchihuites

John Williams Casara Luna

John Williams Casara Luna

 Hago un llamado a toda la sociedad a que nos unamos, no sólo a señalar, sino también a prevenir y a denunciar. Creo que muchas muertes se pueden prevenir si les damos elementos a las corporaciones para saber quiénes están actuando, cómo se están moviendo, cómo son. Definiti­vamente, es labor de todos, sí podemos, pues este es un momento para que las cosas cambien, no podemos permitir que esto siga sucediendo”: Alejandro Tello Cristerna.

CHALCHIHUITES, ZAC. Sábado 13 de abril de 2019.- Pido, rezo, oro a la milagrosa Santa Lidia de Schiedam me l@s cuide y proteja de todos los demonios que andan sueltos y causando estragos en nuestra amada tierra de rostro de cantera y corazón de plata.

Y QUE mañana (hoy) domingo tengan todas y todos ustedes un excelente domingo lleno de amor, paz, tranquilidad, fe y espe­ranza. Amén.

“Mea Culpa” del Gobernador Alejandro Tello

¡AY, NO! Ante el alud de protestas de la sociedad entera que provocó los cobardes asesinatos de la estudiante de Derecho Nayeli Noemí, en las propias instalaciones de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), y del abogado Juan Manuel Rodríguez Gon­zález, hijo del secretario del Ayuntamiento de Zacatecas, Juan Manuel Rodríguez Valdés, cuando salía de su casa rumbo a su trabajo, don Alejandro Tello Cristerna se vio en la necesidad de reconocer: “Fallamos”.

Y ES que ambas víctimas eran personas de trabajo, honradas: el señor Juan Manuel, un brillante abogado con muy buen prestigio y un gran futuro; Nayeli Noemí alumna distinguida de la UAZ, que pronto sería una digna abogada al servicio de la sociedad zacatecana.

-ES RELEVANTE que el Tello, como go­bernador de Zacatecas, haya declarado que “hay que reconocer las fallas del propio gobierno. Yo estaba brindando seguridad a una denunciante (Nayeli Noemí) que había sido privada de su li­bertad, contaba con dos elementos de la Policía Estatal. Fallamos, sí, claro. Estaba un elemento, una dama policía y otro elemento que, me in­dican, estaba estacionando el vehículo. Claro que fallamos, yo reconozco también cuando se falla en esas situaciones. Ayer (jueves) lo mencionaba Arturo Nahle, exprocurador de Justicia, que también estaba exigiendo seguri­dad; tenemos que ir al fondo de los temas para que no se repliquen”, declaró ayer viernes su Góber Precioso, a nuestro Diario Página 24 Zacatecas, en entrevista colectiva para medios de comunicación-.

FÍJESE USTED, Madre Teresa, como el Tello va agarrando callo, ¿recuerda cuando a una jovencita estudiante de la UAZ la violaron y asesinaron cuando se dirigía muy de mañana?-.

-¿CÓMO NO recordarlo?, Cinthia Nayeli tenía 16 años, fue horrible su martirio: la violaron, la asesinaron y semidesnuda fue arrojada a un arroyo de aguas negras, cuando se dirigida a clases ese 14 de octubre de 2017, y miles de universitarios marcharon exigiendo justicia, y exigiendo a los titulares de la Fiscalía y a la Secretaría de Seguridad “¡si no pueden renuncien!”-.

-RECORDARÁ entonces que el Tello, acorralado por la inconformidad y el hartaz­go de violencia e inseguridad, exclamó: “Yo no tengo problema, yo no la maté”, hoy fue muy diferente y acepto que “fallamos en la seguridad que brindamos a Nayeli”-.

-CIERTO, DON Alejandro cada día tiene más tablas como gobernador, pero no es que yo quiera defenderlo, no: los que fallaron son los encargados directos de brindarnos seguridad (que no la tenemos), el señor Fiscal Francisco José Murillo Ruiseco y el señor secretario de Seguridad Pública, don Ismael Camberos Hernández y, claro está, los que resguardaban la seguridad de Nayeli Noemí, y los escoltas de don Francisco José, que ese día, al igual que él, estaban en la UAZ a unos pasos donde cayó muerta Nayeli Noemí.

LA GENTE no es tonta, si bien don Alejandro recibió insultos, los manifestan­tes y el pueblo mismo exigen que el señor Fiscal y el señor Secretario renuncien a sus cargos por ineptos, y vengan otros que sí quieran y puedan combatir la violencia y la Inseguridad con éxito-.

-CIERTÍSIMO, por eso es que la ciu­dadanía exige que ambos jefes policiacos, “El Pelón” Murillo y “El Pelos Parados” Camberos, renuncien o sean cesados, pero su Góber Precioso está aferrado en mante­nerlos, y pide el apoyo del pueblo:

“HAGO UN llamado a toda la sociedad a que nos unamos, no sólo a señalar, sino también a prevenir y a denunciar. Creo que muchas muertes se pueden prevenir si le damos elementos a las corporaciones para saber quiénes están actuando, cómo se están moviendo y cómo son”-.

-Y TIENE razón Don Alejandro: de­nunciemos, y si sabemos dónde están los malandros démosles esa información, ¿no cree usted?-.

-SÍ, MADRE Teresa, de acuerdo, pero si la policía está comandad por gente inepto y corrupto nada se puede hacer, mire usted:

ACASO NAYELI Noemí ¿no denunció que la habían secuestrado, si demandó pe­nalmente a su verdugo, y la ley y la justicia no pudieron hacerle nada?

¿DE QUÉ sirvió pues que denunciara el crimen y al actor del mismo, si en la pri­mera oportunidad que tuvo la asesinó o la mandó asesinar, aún teniendo guardias que la “protegían”, además de estar muy cerca del lugar del crimen los escoltas del Fiscal y hasta el propio Fiscal?

DE NADA, de nada sirvió, porque hay ineptitud y hasta complicidad: no es normal que una caterva de delincuentes y asesinos tengan de rodilla al gobierno, que no mamen-.

-TIENE USTED mucha razón, doña Petra, la policía anda mal porque sus jefes andan mal: el primero siente que puede tirar­se a la fiaca porque presume ser autónomo, y el otro se va a su tierra San Luis Potosí, los fines de semana mientras Zacatecas continúa en llamas.

-AHÍ LE va otra, Madre Teresa: Una señora muy valiente, temblando de rabia, de coraje, de miedo, lo venció y acudió al Ministerio Público de la Fiscalía General de Justicia, a demandar la privación ilegal de su hijo menor de edad, aportando todos los datos.

HORAS DESPUÉS se enteró que su hijo un jovencito de 18 años, había aparecido… muerto: lo asesinaron brutalmente.

LA POBRE mujer denunció al coman­dante de policía que había sacado a su hijo de su propia casa, y ¿qué pasó? Pues que la señora tuvo que huir a otro estado o muni­cipio, porque el comandante de policía la amenazó de muerte-.

-HABLA USTED del señor comandante de la Policía Estatal, el extranjero John Williams Casara Luna, mejor conocido por el alias de “Comandante Colombiano”, ¿verdad?-.

-¡ESE INFELIZ, sí, ese!-.

-ES OTRO caso que sacudió la concien­cia de las y los zacatecanos:

“EL COMANDANTE Colombiano llegó violentamente al humilde hogar de la señora Inés Colunga Montes echando la puerta abajo, y con amenazas de muerte y palabras altisonantes sacó de la cama al jovencito Iván Espino Colunga y se lo llevó privándolo de su libertad.

EN CUANTO amaneció, doña Inés acu­dió al Ministerio Público a poner la querella, aportando todos los datos; enseguida fue a Palacio de Gobierno y, si mal no recuerdo, fue cuando se enteró que su hijo había sido localizado: lo hallaron maniatado, con hue­llas de tortura y con varios balazos.

OBVIO, DOÑA Inés culpó al llamado Comandante Colombiano y, hasta donde yo sé lo único que hizo la Fiscalía due separarlo de su cargo, aunque corre el rumor de que él sigue recibiendo íntegro su sueldo-.

-AHÍ ESTÁ el detalle, como dijera Cantinflas, ¿de qué sirve que la ciudadanía denuncie, si los asesinos son los propios policías?-.

-BUENO, ME voy, siento cosa de tan sólo recordar estos abominables crímenes, yo también creo que, cuando las cosas andan mal, hay que cambiar. Se queda con Dios, doña Petra, y no se le olvide ir a misa y dar su limosnita-.

¡25 de Octubre no se Olvida!

¿DÓNDE ESTÁN, dónde están?

HOY SÁBADO 13 de abril se cumplen un año y 170 días de la desaparición forzada de los “empleados” de Gobierno del Estado, Rosalía Ramírez Quireza y Antonio Tron­coso Escareño.

FUE EL 25 de octubre de 2017 cuando los enviaron a pagar la gasolina de las patrullas estatales que vigilan los municipios de Luis Moya, Loreto y Pinos Zacatecas, y desde entonces no aparecen.

EL 30 DE enero el señor Ismael Camberos salió a decir que los dos cadáveres que halla­ron calcinados en Pinos no son de Rosalía y Antonio. Que los siguen buscando pero que no aparecen por ningún lado.

P.D.

SI DON Camberos aseguró, en aque­lla ocasión, que ya tenía la confesión de quiénes habían secuestrado y asesinado a Rosalía y Antonio y que sólo faltaban las pruebas “científicas” para dar completa la información, pero luego dijo que no, que no era cierta tal versión, me pregunto: ¿Tal confesión la hicieron los declarantes bajo tortura?

OTRA: A COMO están las cosas ¿no serían sus propios compañeros de la corporación policiaca los que los desa­parecieron?

SEÑOR GOBERNADOR, señor secre­tario de Seguridad Pública, Zacatecas tiene todo el derecho del mundo de conocer la verdad del caso Rosalía-Antonio: ¿Dónde están?