Otra vez Desnudan a Claudia Edith Anaya

Por La Madre Teresa de Chalchihuites

Fotografía relevante a la nota.

Claudia Edith Anaya Mota | Sandra Sandoval Frías

“La ciudadanía no puede ni merece estar bajo seis años más de corrupción, impunidad y falta de oportunidades de desarrollo, con mentiras de quienes pro­meten desde el conservadurismo y la hi­pocresía del PRIAN, quienes durante los últimos años se prestaron a la corrupción, al despilfarro de los recursos que eran para la sociedad, pero que ahora salen a ofrecer lo que no pudieron hacer”: David Monreal Ávila.

CHALCHIHUITES, ZAC. Lunes 24 de mayo de 2021. Dios Salve a mi amado Zacatecas de la voracidad, la corrupción y la impunidad de los priístas que nos han desgobernado en los últimos cinco años. Te pido, Señor, que en los tres meses y 17 días que le quedan a esta fallida administración, les amarres las manos a esta caterva de fun­cionarios deshonestos, para que este “Año de Hidalgo” no se salgan con la suya. Amén.

Nuevamente Desnudan a la Claudia Edith Anaya

APENAS llego al puesto de doña Petra y sin decirme su acostumbrado “buenos días le dé Dios, madre Teresa”, me informa:

¡MADRE Teresa!, ¡bajé un video de las redes sociales que va a cimbrar a toda la sociedad de Zacatecas y estados circun­vecinos!

-¿DE QUÉ trata, doña Petra?-.

-PUES que nuevamente desnudaron a la Claudia Edith Anaya Mota y mostraron otra vez su lado oscuro, ese que ya saben muchas personas-.

-¡VÁLGAME Dios! ¿Cómo está eso?-.

-PUES QUE la Claudia, además de co­rrupta y transa, es una mujer “canaya”, e “hipócrita”, no de ahora, sino desde que era la titular de la CEISD-.

-¿QUIÉN dice eso? ¿Qué pruebas tiene?-.

-ES UNA mujer de nombre Sandra Sando­val Frías, madre soltera, de 46 años, quien en su Facebook escribió y habló con toda responsabilidad y dando la cara porque es “mi muro, mi opinión, mi libertad de expresión”-.

-YA LO leí yo, madre Teresa, y está cañón -dice don Roberto-, porque Sandra Sandoval asegura que la candidata del PRI-PAN-PRD no tiene valores y que en un proyecto polí­tico y en una administración pública deben prevalecer los valores humanos”.

PORQUE “la empatía, la confianza, la honestidad, la comunicación y la solidaridad son la guía de nuestras acciones, decisiones y nos permiten convivir con el resto de la sociedad de manera justa y en armonía”.

PERO que Claudia Edith es una mujer amargada, vacía, que carece de honestidad, solidaridad y que “la falta de estos valores también define la calidad de las personas y la ausencia de éstos da paso a personas au­tómatas, amargadas, solas, gente vacía que no tiene nada bueno que ofrecer”.

-¡CRISTO del Santo Entierro!, ¡qué pa­labras tan duras!-.

-PUES sí, y no las dice de manera anó­nima sino que expresa y documenta sus acusaciones, así: Soy Sandra y éste es mi testimonio, mi vivencia, con alguien que como persona es vil y que como política no tiene vocación-.

-¡QUÉ BARBARIDAD! ¿Eso dijo?-.

-SÍ Y que “13 años después tengo la oportunidad de decirlo de frente y no pienso desaprovecharlo”.

-PERO LO más chido -retoma la palabra doña Petra-. es cuando la Sandra sale en video y se dirige a la candidata del PRIAN y PRD. A ver, deje pongo la bocina para que se oiga más fuerte y con mayor claridad… ¡ya está! Escuchen con atención, porque la desnudó por completo, va, correo video:

Fotografía relevante a la nota.

“HOLA CLAUDIA. Soy Sandra, ¿me recuerdas? Soy aquella desconocida es­tudiante de mercadotecnia que realizó su servicio social mientras todavía la dirección de la CEISD estaba bajo tu responsabilidad.

“AL PASAR los meses y darte cuenta que yo tenía parentesco con una persona reconocida por el apoyo con las personas con discapacidad, decidiste hacerme parte de tu equipo.

“PENSASTE que iba a ser sumisa y manipulable al ofrecerme una secretaría técnica, la cual yo gané por mis propios méritos.

“LA CEISD fue tu trampolín para pro­vocar la compasión, para verte beneficiada con la mejor tecnología, con los mejores artículos médicos, con los beneficios que realmente pertenecían y ocupaban las per­sonas con discapacidad.

“RECUERDO un segundo piso en la CEISD, repleto de asistencia donada que jamás llego a quién le correspondía, a las personas con discapacidad: bastones, sillas de ruedas, pañales, todos ellos se quedaban acumulados en ese almacén, así como el uso de los vehículos de la CEISD de forma particular, incluyendo al chofer, para ti y para tus amigas, aquellas que te iban a visitar después de las siete de la tarde con bebidas alcohólicas, botanas, cigarros y mientras que tú disfrutabas de la tertulia en oficinas gubernamentales, yo tenía que hacer tu agenda para el día siguiente, para la semana, para el mes y después recoger el tiradero, el desorden que habían dejado.

“DELEGASTE tanto en mí que decidiste ya no tenerme en tus filas. Ya no te convenía porque sabía demasiado, sobre todo lo de las organizaciones no gubernamentales y asociaciones civiles que te sacabas como ases bajo la manga. ¿Te dice algo el nombre de Leonor Roosevelt, aquella institución que tú conformaste, metiste en un concurso y curiosamente ganó?

“AÚN RECUERDO el día que me des­pediste. Tu administradora, Verónica Acuña me incitó a que firmaron un documento en el que aceptaba mi renuncia. Sarcásticamente y burlesca insistía en que lo firmara y que no intentara subir a hablar contigo porque habías dado órdenes explícitas de no volver a verme. Subí de todas formas, y hablé contigo y en tu cara te lo dije: todo por su propio peso cae, tarde o temprano. La cloaca se va a destapar y te va a explotar en la cara.

“CLAUDIA, a mí no me puedes decir mentirosa. Yo sí puedo mirarte a los ojos y decirte: hipócrita, déspota, prepotente.

“ESPERO hayan valido la pena las horas no remuneradas en las que hice tu tesis, la de la maestría, horas que yo perdí con mi hijo siendo madre soltera. Y aquí están las pruebas.

“Y MI situación nunca te importó, me botaste como pañuelo desechable, como aquellos que infinidad de veces usé para limpiarte la cara, porque la gente con disca­pacidad, en sus muestras de agradecimiento, te llenaban de babas, situación que te daba asco y me hacías desinfectar y aromatizar tu oficina y que bajara y los atendiera en el lobby.

“Y EN el momento que quieras aclarar algo, deme una audiencia señora candidata y run run run, de inmediato le presento las pruebas de este testimonio. No huele a go­bernadora, huele a hipócrita. Y por fin llegó la hora de que sepan quién es ‘Canaya’. Gracias”.

-¡DIOS DE mi vida! ¡Ni cómo defen­derla!, si por cada acusación que hace a la señorita Claudia, la señora Sandra se ampara con documentos oficiales que muestra a la cámara-.

-SERÍA interesante saber -dice don Ro­berto- a dónde fueron a parar todos esos artí­culos médicos donados que acumulaba y no entregaba, según le dice su exsubordinada-.

-PUES LAS peras se le pusieron a veinte a la candidata, porque si la Sandra habla de donaciones, la Claudia debe explicar quié­nes le donaron las fincas y los terrenos que aparecen en su 3de3-.

-¡SANTO Niño de Atocha! Tan decente que se veía la señorita Claudia, aunque yo tenía ciertas dudas porque tiene lengua de doble filo y dice muchas mentiras sin siquiera ruborizarse-.

-POR ALGO la lleva bien con “El Pino­cho de Bernárdez”, en ese aspecto son muy parecidos-.

-BUENO, yo me voy. Se quedan con Dios y María Santísima de Guadalupe-.