La peor señora del mundo ocupa un lugar muy especial en el corazón de la Biblioteca Pública Central Estatal Mauricio Magdaleno.
La peor señora del mundo es el personaje de un cuento de Francisco Hinojosa, que lleva ese nombre y se ha convertido en un clásico entre la comunidad infantil, pues lo cuentan en las escuelas, en los hogares y en la propia biblioteca.
Por su peculiar carácter, la peor señora del mundo se ganó el privilegio de ser una de las primeras creaciones que se elaboró en el taller de cartonería que se imparte en la sala de consulta de este edificio.
Así comenzó todo
Hace aproximadamente ocho años, comenzó esta nueva aventura en uno de los espacios de la biblioteca Mauricio Magdaleno, ubicada en la capital de Zacatecas.
Mientras esperaban usuarios que atender, Luis, Efrén, José Luis y Armando, encargados de las salas de préstamo a domicilio y consulta de libros, idearon realizar otra actividad que invitara a las personas, no sólo a leer sino a pasar el tiempo ocupando su mente y sus manos.
Entre ellos mismos, y aún sin saber bien a bien la técnica y los procesos, comenzaron a elaborar pequeñas figuras con periódico y cartón, intentando copiar un alebrije de barro, originario del estado de Michoacán.
Poco a poco, a las personas que llegaban a consultar algún libro les fue llamando la atención ver a un grupo de artistas elaborando interesantes figuras de cartón, y se fueron uniendo.
Efrén Collazo de la O, encargado de la sala de consulta de la Biblioteca y artista plástico; y José Luis Martínez, encargado de préstamo a domicilio y además actor, asistieron a un diplomado en cartonería que se impartió hace algunos ayeres en el Instituto Zacatecano de Cultura (IZC) Ramón López Velarde.
En el diplomado aprendieron las técnicas y los procesos que se siguen para que una figura hecha en cartón perdure.
Así, realizaron también una catrina, que es la figura que engalana la entrada a la biblioteca cada mes de noviembre, en el marco del Día de los fieles difuntos.
Desde que recibieron el diplomado, Efrén y José Luis han orientado a sus compañeros Luis Ornelas y Armando Escobedo, y a todos los usuarios que gustan de participar en la actividad.
Conforme han pasado los años, la elaboración de alebrijes se ha convertido en la favorita de todos, desde niños hasta adultos mayores.
Incluso, bibliotecarios de los diferentes municipios del estado, como Fresnillo, Valparaíso y Guadalupe, les han solicitado que los enseñen a realizar estas figuras para poder también dar talleres en su centro de trabajo.
Después de ocho años
A ocho años de su creación, el taller de cartonería y alebrijes ha ganado un sinnúmero de alumnos. Actualmente, se ofrecen cinco sesiones a la semana, a las que asisten de 12 a 2 de la tarde, sobre todo, jubilados.
La idea de este grupo de bibliotecarios es combinar la lectura con la realización de las artesanías, y mientras los alumnos se enfocan en realizar su manualidad, uno de ellos se encarga de leer interesantes textos, que hacen más amenas las reuniones.
El llevar a cabo este taller, no implica mucho gasto, dicen, pues utilizan material reciclado; como botellas de pet, papel periódico, cartón y alambre.
La base del alebrije se hace con una botella, luego hacen la figura con alambre y lo van forrando con muchas capas de periódico, ayudándose de engrudo para pegar el papel y el cartón. Al final, y después de dejarlo secar por al menos tres días, vendrá la pintura, que es a elección de cada persona.
Hoy por hoy, se han atrevido a elaborar también máscaras, flores y catrinas de tamaño casi real.
A lo largo de los ocho años de ofrecer el taller, se han realizado tres exposiciones, en las que se muestran los trabajos de todos y cada de los participantes.
Los talleristas estiman que, al día de hoy, han egresado entre 60 y 70 alumnos que se han llevado la satisfacción de conocer una técnica más para expresarse artísticamente.
Con entusiasmo de continuar compartiendo sus conocimientos, los bibliotecarios y artistas invitan a toda la población a visitar la Biblioteca Pública Central Estatal Mauricio Magdaleno, que tiene, además de este taller, muchas otras riquezas que ofrecerles.