“Con Discursos Torpes Dicen que la Violencia va a la Baja”

Por Nallely de León Montellano

Fotografía relevante a la nota.

Francisco Valerio Quintero, académico jubilado de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) (Foto: Rocío Castro Alvarado)

Francisco Valerio Quintero, académico jubilado de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), refirió en entrevista con Página 24 Zacatecas, que la pri­mera obligación del estado, es garantizar la seguridad de las y los ciudadanos; sin embargo, dijo, “estamos tocando unos de los aspectos centrales de la justificación del Estado en cualquier país”.

Ante ello, el académico aseguró que para erradicar la situación de inseguridad en Zacatecas, es necesario que la estrate­gia de seguridad sea realmente efectiva para la sociedad ya que, asegura, que pese a que las autoridades plantean que la estrategia está funcionando, hasta el momento nadie ha informado realmente en qué consiste la estrategia y cuáles son sus logros concretos: hay que darle seguimiento.

Resaltó que las estrategias de seguridad en el país y en el estado se tornan como estrategias fallidas, puesto que las auto­ridades, únicamente salen a informar que los índices de inseguridad han reducido, lo cual aseguró que no es real.

“Eso no es de ninguna manera un avan­ce, eso es simplemente una disminución de un clima de violencia que no obedece a acciones concretas del estado”, mencionó el catedrático.

Asimismo, subrayó que la sociedad tiene pleno derecho de exigir seguridad, así como el derecho de exigir el resto de las garantías que ofrece la constitución, por lo que dijo “no podemos permitir de ninguna manera permitir que gracias a discursos a veces muy torpes, con eso está garantizada la tranquilidad de nues­tra familia y nuestra integridad personal”.

Expuso que es necesario, darle segui­miento estadístico a los resultados de la estrategia en materia de seguridad, a través de tres temas centrales como la vigilancia del tráfico de dinero a nivel internacional, el tráfico de armas para la compra venta, posesión y portación de armas, así como la logística del segui­miento a la seguridad en las ciudades y en las carreteras, las cuales dijo, tampoco parecen existir.

“No se nos puede decir que hay una estrategia realmente en operación, no faltan declaraciones en donde incluso las policías y los militares dicen que no los dejan actuar, como si la seguridad pública dependiera en efecto de tirar abrazos o poner a los delincuentes a leer, cuando se nos dice esto, yo creo que nos están con­siderando realmente ingenuos, inocentes o ignorantes”, mencionó.

Finalmente, mencionó que la situa­ción de inseguridad afecta a los jó­venes de una manera muy particular, ya que la edad de los asesinados son, en su mayoría jóvenes, lo que a largo plazo atraerá problemas demográficos, sociales y económicos, que la autori­dad está dejando de lado y no lo está previniendo.

“No hay ninguna política consistente en este sentido, entonces efectivamente es un grave problema para los jóvenes, pero en la medida que estos están vinculados al desarrollo general de la sociedad, es un problema para todos”.