Sedena no Concedió Permiso Para la Pólvora: Marco Polo Mazatán

Por Óscar Domínguez Caldera

Fotografía relevante a la nota.

Después de dos años de ausencia tras la pandemia, se realizo el tradicional desfile de las morismas de Bracho por las principales calles del centro de la capital para dirigirse a Lomas de bracho, donde miles de actores caracterizados de Moros y Cristianos escenifican la batalla de Lepanto, entre los Turcos (Moros) y Cristianos (espanoles), festividad en honor a San Juan Bautista, patrono de esta festividad. (Foto: Diana Valdez/Cuartoscuro)

Con saldo blanco y con la participación de más de 25 mil personas, se llevó a cabo el desfile conmemorativo de las Morismas de Bracho, que en sus 198 años de tradición se ha convertido en una fiesta por excelencia de la capital zacatecana, que con contingentes y pelotones de diversos bandos, representan una puesta en escena de gran magnitud y que retomó las actividades después de dos años de ausencia debido a la contingencia sanitaria, provocada por COVID-19.

Desde temprana hora elementos de la Dirección de la Policía Vial, iniciaron el despeje de las principales calles del Centro Histórico para la movilización del contingente de diversas tropas, para trasladarse desde Lomas de Bracho hacia el Centro Histórico para el desfile, y luego retornar para continuar con la puesta en escena que mezcla tradición, fervor religioso, historia y cultura; sin dejar de mencionar que desde el 2014 es considerada Patrimonio Cultural de la Humanidad en su modalidad de patrimonio inmaterial.

Asimismo, en las calles y banquetas, la ciudadanía y visitantes disfrutaban de las diferentes indumentarias que representan tanto moros como cristianos, sin dejar de mencionar los equipos ecuestres que transportaban a los altos mandos y los artilleros que empujaban o arrastraban cañones, o bien algunos otros portaban banderines con los respectivos nombres de sus batallones y bandos.

Al término del desfile, el presidente de la Cofradía de San Juan Bautista, Marco Polo Mazatán, celebró que el evento haya resultado positivo y sin contratiempos.

Fotografía relevante a la nota.

Con saldo blanco y con la participación de más de 25 mil personas, se llevó a cabo el desfile conmemorativo de las Morismas de Bracho, que en sus 198 años de tradición se ha convertido en una fiesta por excelencia de la capital zacatecana, que con contingentes y pelotones de diversos bandos, representan una puesta en escena de gran magnitud y que retomó las actividades después de dos años de ausencia debido a la contingencia sanitaria, provocada por COVID-19 (Fotos: Rocío Castro Alvarado)

Reconoció el apoyo y colaboración de las autoridades de gobierno, sobre todo por parte del alcalde de la capital, Jorge Miranda Castro, así como al propio Ejecutivo, David Monreal Ávila; tanto para la realización y logística, así como con la mejora de espacios para desarrollar esta celebración.

No obstante, también lamentó que no hayan podido conseguir el permiso de uso de pólvora, que emite la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

Dijo que a pesar del apoyo de la Secretaría General de Gobierno, a cargo de Gabriela Pinedo Morales; sin embargo, por primera vez en la historia de las Morismas de Bracho, no contaron con la pólvora para la detonación de sus armas y cañones.

Señaló que esto representó varios problemas para la Cofradía de San Juan Bautista, ya que estará incompleta la representación de la batalla; mientras que en los aspectos de seguridad también fue riesgoso ya que muchas personas consiguieron pólvora de manera clandestina.

Marco Polo Mazatán, detalló: “No tuvimos permiso de pólvora, después de 198 años que tiene la fiesta no hay pólvora; se ha estado vendiendo clandestinamente, pero como presidente de la mesa directiva nos deslindamos de algo que pueda pasar”.

“Hay trabas, mucho papeleo, pero cumplimos con todo lo que nos pedían. Pero preguntamos, cómo no nos dan un permiso a nosotros que llevamos una fiesta por tradición, mientras a la gente sí les permiten; por eso no sabemos”.

Expuso que sí se decomisó una cantidad de pólvora, aunque negó que el responsable haya sido alguno de los cófrades; sino que más bien se trataba de un particular con la intención de hacer comercio ilegal con el material ante la celebración y la falta de pólvora.