Por Omar Alejandro Cantero Carranza

Fotografía relevante a la nota.

Omar Cantero Carranza

EL PASADO 10 de septiembre se conmemoró “el Día Internacional del Suicidio”. Para mí no es un día cualquiera, es un atento aviso a los gobiernos municipales y estatales para elaborar marcos normativos para las estrategias nacionales de prevención a esta problemática. Sin cultura, sin preventivos, sin difusión, es muy difícil crear conciencia sobre la prevención de problemáticas como lo es el suicidio en nuestro estado.

A NIVEL estatal y municipal, las declaraciones políticas y los resultados de los trabajos deben promover acciones preventivas. Elaborar programas de prevención y actividades en beneficio de la salud mental comunitaria, es un tema que aún no está del todo en las agendas políticas, al menos no como una prioridad, no sólo en el marco de un día, sino que esto llegue a convertirse en un trabajo permanente.

A EMILIO Durkheim, uno de los grandes sociólogos, se le reconoce por su obra El Suicidio (1897), los pilares del estudio de este fenómeno a nivel mundial desde una visión científica. Según Durkheim es una connotación que tenía el suicidio antes de la publicación de la obra, creencia que todavía se sigue extendiendo en los usos y costumbres.

PARA EMILIO Durkheim el suicidio tenía una explicación acorde a la actitud que presentaban algunas religiones hacia el fenómeno, le llamaba suicidio egoísta y estaba también ligado al suicidio altruista, lo que hoy conocemos como actos terroristas tan significativos como los del 11 de septiembre del 2011.

LOS SUICIDIOS y los intentos de suicidio tienen un efecto dominó que afecta no sólo a las personas, sino también a las familias, las comunidades y las sociedades completas.

EN AGUASCALIENTES los factores de riesgo asociados al suicidio, como la pérdida laboral o financiera, el trauma o el abuso, los trastornos mentales y por uso de sustancias y las barreras para acceder a la atención médica, se han ampliado aún más durante y después de los dos años de pandemia.

AGUASCALIENTES ESTÁ entre las cinco entidades con mayor incidencia de suicidios, junto con Yucatán, Chihuahua, Campeche y Jalisco, donde se registran cifras por arriba de la media nacional.

EI INSTITUTO Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), con motivo del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, dio a conocer los resultados por entidad federativa en 2021. Se observa que Chihuahua tiene la tasa más alta con 10.7 suicidios por cada 100 mil habitantes; le siguen Aguascalientes y Sonora con 10.1 y 9.1, respectivamente. Por otro lado, las entidades con la tasa más baja de suicidio son Guerrero (1.9), Veracruz (2.6) y Oaxaca (3.1).

AL CIERRE de 2021, en Aguascalientes se registraron 171 suicidios, cifra que tuvo una ligerísima disminución en relación con el 2020, donde contabilizó 178. En los nueve meses de este 2022 ya se tienen registrado 108 decesos de este tipo. De acuerdo con el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) Aguascalientes se mantiene en el segundo lugar con una mayor tasa de suicidios, es de 11.1 por cada 100 mil habitantes.

AÑO CON año no veo esfuerzos desde el gobierno y/o asociaciones civiles que buscan disminuir el número de suicidios y para que los ciudadanos reciban oportunamente atención profesional, no existe avance alguno pues las acciones que emprenden son generalmente desarticuladas entre sí y con un sistema poco fortalecido.

HASTA HACE algunos meses desde el Poder Legislativo presentaron la iniciativa para crear la Ley de Salud Mental para el estado de Aguascalientes, que tendría como objetivo mejorar la sistematización del tratamiento profesional en el estado, garantizando que los prestadores de servicios de salud mental del ámbito público, privado o social tengan una capacitación adecuada.

LA PRESIDENTE de esta Comisión de Salud, Verónica Romo Sánchez, explicó que con esta nueva ley también se promoverán acciones para brindar un servicio eficaz, esto se logrará definiendo estrategias claras en el sector y organizando actividades educativas entre niños y jóvenes.

IGUALMENTE SE dice que promoverá la creación de un módulo comunitario de Atención en Salud Mental en los 11 municipios, que se instalarán con apoyo y capacitación brindados por el Instituto de Servicios de Salud del Estado de Aguascalientes (ISSEA). Se le daría facultades al Instituto de Educación de Aguascalientes (IEA) para que cuente con el personal necesario y brinde atención a estudiantes de educación básica. Se crearía el Programa Estatal para Prevenir el Suicidio que den como resultado campañas intensificadas por varios medios.

EN MI OPINIÓN el índice de suicidios en la población descrita se debe a una presión social excesiva, además de otros factores como rechazo, depresión, ansiedad, estrés, soledad, desesperanza, sentimiento de culpa, entre otros.

ACTUALMENTE VIVIMOS en un periodo de inflación, escasez de recursos, pocas posibilidades laborales, esto marca, sin duda, una incertidumbre en los hombres y las mujeres, quienes se ven, además, obligados a cumplir ciertos estándares sociales, y al no poder cumplirlos, entran los sentimientos de frustración, desesperanza, ansiedad y depresión.

INVITO PERSONALMENTE a los directivos de los diferentes módulos de prevención a conocer y escuchar a los jóvenes que entran a los llamados “picaderos”. Imagínese poder aplicar exámenes de valoración confiables y actualizados en donde además se considere su entorno social. Los profesionales tendrán que entregar un plan integral de tratamiento para el paciente. Recordemos que el suicidio fundamentado en la compulsión a la repetición, en las conductas autodestructivas, pueden ser conscientes o inconscientes, ante la falta de la introyección de reglas, o en contraparte reglas autoritarias.

Y AGUASCALIENTES no es la excepción, las conductas autodestructivas o para suicidas (las adicciones, o qué tal falta de prevención vial, terrible ver familias enteras en motocicletas, exceso de velocidad, sin casco, sin respetar las reglas viales), y el suicidio son una realidad.

ADEMÁS DEBEN atender principalmente a personal masculino del oriente de la ciudad. Desde jóvenes, los hombres son educados en un contexto donde sus atributos y metas vitales se ciñen al éxito, la competitividad, la independencia, la invulnerabilidad y otros atributos parejos. Y las conductas autodestructivas que viven o escuchan tienen a repetirse.

EL ROL del hombre implica no admitir o percibir la ansiedad o los problemas, y, en tal caso, codificarlos emocionalmente a través de la ira, la agresividad y la hostilidad. La soledad no llega por no tener personas a tu alrededor, sino por no poder comunicar las cosas que te parecen importantes a ti, o por mantener ciertos puntos de vista que otros consideran inadmisibles.