“El General Sigue sin dar Buenos Resultados”
Por Nallely de León Montellano
Javier Galaviz González, representante del Movimiento Nacional Taxista (Foto: Diana Moreno Valtierra)
En entrevista para Página 24 Zacatecas, Javier Galaviz González, representante del Movimiento Nacional Taxista, señaló que el titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), Adolfo Marín Marín, sigue sin dar los buenos resultados que Zacatecas necesita, por lo que es urgente renuncie a su puesto.
Aseveró que, además del gremio de taxistas, la sociedad en general está esperando la renuncia de Marín Marín, pues ya en varias ocasiones, diferentes sectores sociales han solicitado el cambio de secretario de seguridad, con la esperanza de que amaine el panorama de violencia que aqueja a la entidad.
“Yo creo que todo cambio es bueno, porque vemos que el secretario de seguridad pública no ha trabajado para disminuir la delincuencia, al contrario, ha aumentado; qué bueno fuera que él fuera zacatecano, para que vea las vivencias que tiene la familia zacatecana, y lo que todas y todos queremos principalmente, es un estado seguro”, agregó.
Señaló que hoy en día, así como el resto de la población, el sector de taxistas vive con temor constante de ser víctimas de organizaciones criminales, pues un número considerable de taxistas ha perdido la vida de esta manera; en este sentido lamentó la indiferencia de las autoridades, así como la falta de actuación para erradicar el clima violento en la entidad.
“Desgraciadamente, cuando a alguien le pasa esto, a nadie le puede más que a la familia, entonces nosotros a veces andamos mendigando la forma de darle digna sepultura a los operadores, porque no se cuenta con un apoyo económico, ni del mismo gobierno”, señaló.
Como un mecanismo de seguridad, Galaviz González, comentó que actualmente trabajan con una plataforma de servicio de transporte llamada Eiby Taxi, además de un centro de llamadas de emergencias que funciona las 24 horas en caso de una situación de peligro para los operadores.
Finalmente, reiteró que, ante el temor de ser vulnerados físicamente, al igual que la mayoría de los taxistas; terminan sus funciones de trabajo a las 8:00 de la noche, mientras que en algunos casos, la necesidad económica los obliga a arriesgarse a trabajar de madrugada.