Otra Vez, Indignados Zacatecanos, Ganan las Calles

Por Nallely de León Montellano

Fotografía relevante a la nota.

Cientos de personas unieron sus voces para exigir justicia por el cobarde asesinato del jóven José Francisco Zapata Alvarado (Foto: Rocío Castro Alvarado)

Cientos de personas unieron sus voces para exigir justicia por el cobarde asesinato del jóven José Francisco Zapata Alvarado, conocido activista político que militaba en Morena desde hace algunos años y apoyaba la candidatura de Claudia Sheinbaum a la Presidencia de la República; así como el asesinato de Raúl Sánchez Saucedo, quien acompañaba a Zapata Alvarado.

Zapata, como lo conocía la mayoría de las personas, fue víctima de un ataque armado en la colonia La Marianita, en el Centro Histórico de esta capital, mientras ayudaba a uno de sus amigos a reparar una chapa.

El contingente encabezado por padres de familia de ambas víctimas, se congregó desde las 2:00 de la tarde de este lunes en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) para expresar la rabia y la conmoción que ha generado su abominable asesinato.

Para la mayoría de sus amigos y conocidos, Zapata era un ejemplo de lucha social y compromiso con las causas populares, algunos lo visualizaban como un maestro, por lo que su ejecución, ha sido una de las más sentidas, en Zacatecas.

“Un crimen de estado”, es como la sociedad Zacatecana ha visualizado este lamentable suceso, en el cual también murió Raúl Sánchez Saucedo, otro jóven quien además era padre de familia, y a quien también fue dedicada esta sensible marcha. El contingente hizo una escala en el lugar del doble asesinato ocurridos el pasado miércoles 14 de diciembre, donde fue pintado un mural con el rostro de Zapata y clara consigna de Justicia. El recorrido continúo por el bulevar Metropolitano y las principales avenidas del Centro Histórico donde, con pancartas y consignas al unísono las y los asistentes expresaban rabia, tristeza exigiendo justicia: “¡Fue el estado!”, gritaban.

«¡Ahora se hace indispensable, acceso a la justicia y castigo a los culpables!” .

“¡Zapata vive, la lucha sigue!”.

“¡Zapata no murió, a Zapata lo asesinaron!”.

“¡Justicia! ¡Zapata no murió, el estado lo mató!”.

Estas y otras consignas gritaron a una sola voz, con la intención de que las autoridades accionen y erradiquen la ola de violencia.

A Zapata le gustaba la literatura de distintas corrientes políticas, caminar y correr por los cerros, cocinar y en el rubro político, transmitía su ideal y sus mensajes en diferentes organizaciones sociales de distintos estados del país, por lo que dejó una huella que difícilmente será borrada.

La marcha culminó con un mitin político en la Plaza de Armas, dónde algunas personas fijaron su postura sobre los ocurrido, además de recordar entre lágrimas las acciones realizadas por el jóven, exigieron a los tres niveles de gobierno trabajar adecuadamente sobre el esclarecimiento de los hechos.

Por ser del mismo partido político: Morena, se esperaba que el gobernador David Monreal Ávila, se levantara de su mullido sillón de Palacio de Gobierno, para expresar su solidaridad a la familia de Zapata Alvarado, pero lejos de hacerlo David Monreal ordenó cerrar las puertas de la Casa de los Perros, por lo que no los vio ni lo escuchó, tal vez porque Zapata apoyaba la candidatura de Claudia Sheinbaum, a la Presidencia de México y a Ricardo Monreal.