Que Mañaneras, Guardia Nacional y Gertz se Mantengan

En entrevista –como aspirante a la Presidencia– reafirma su aspiración deabanderar a Morena en 2024, define su postura sobre sus rivales internos y rechaza la posibilidad de irse a la oposición si no es postulado

Por Jesús Esquivel

Fotografía relevante a la nota.

Marcelo Ebrard traza en líneas generales el rumbo de su gobierno en temas de seguridad y procuración de justicia y explica su propuesta de que todos los aspirantes renuncien a sus cargos a tiempo para que la competencia por la candidatura presidencial sea justa/Foto: Cuartoscuro

Enero 1, Washington, Estados Unidos (apro).- Marcelo Ebrard no ve a Claudia Sheinbaum como su principal contrincante por la candidatura presidencial de la 4T para 2024, pues se asume como garantía para continuar lo iniciado por el presidente Andrés Manuel López Obra­dor. También se descarta como candidato de la oposi­ción en caso de perder la en­cuesta, se deslinda de respon­sabilidad del caso de la Línea 12 y se compromete a dejar la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) cuando su partido lo indique.

Cuando Proceso le pre­gunta –en entrevista telefóni­ca como aspirante y no como canciller– por qué quiere ser presidente contesta: “Tengo la convicción de que puedo hacerlo bien y que podría ir­nos bien como país”.

Se presenta como alguien que puede –y dice que así lo hizo como jefe del Gobierno de la Ciudad de México– dar­le continuidad a la labor de López obrador: “Yo goberné la Ciudad de México y noso­tros ganamos todas las dele­gaciones de la ciudad, salvo dos. Yo entré como candidato con 46% de apoyo. Cuando salí, salí con 64%, por ahí.

“Ahí están los resultados. Tuvimos la tasa de delitos más baja en lo que va de este siglo, sobre todo homicidios. Entonces yo diría; ¿qué te califica? Los resultados que tienes en la vida. Esa es la ventaja que tienes cuando hay servidores públicos que pue­des evaluar”.

La continuación del plan de transformación de López Obrador no se limita a los programas; abarca las formas. Ebrard propone seguir con las mañaneras:

“Eso ya no se va a poder quitar. Es un diálogo que tie­nes que hacer todos los días postulado y quitarlo podría ser un error. A lo mejor habría que darle otras modalidades y demás, pero se tiene que seguir ha­ciendo”, dice.

Relajado, Ebrard expone cómo tendría que ser la en­cuesta de Morena para elegir a su candidato:

“Tiene que ser muy am­plia, tipo las que hace el Inegi para cuestiones sustantivas. No puede tener menos de 25, 30 mil cuestionarios. Segun­do, hay que simplificarla por costo y por claridad. Les pro­puse en Morena que simulen una urna y que la gente ponga a quién quiere. ¿Para qué ha­cen quién sabe cuántas pre­guntas con diferentes ponde­raciones que nadie sabe cómo se hacen? Eso va a dar lugar a muchas dudas”.

–¿Sintetizarla?

–Sí, es una sola pregunta. Es como una boleta. Tú po­nes a quien quieres que sea el candidato. En pocas palabras, el coordinador de la defensa de la Cuarta Transformación, porque al candidato todavía no lo estás definiendo, pero eso sí, al coordinador lo po­nes en la boleta y ya. Es muy simple y barato.

–¿No confía en el mode­lo actual de las encuestas de Morena?

–No es que no confíe. Lo que estoy planteando es que para lo que se va a dirimir; que hagan una encuesta que simplifique. No puedo cali­ficar las demás porque no he estado participando en ellas. Pero para la Presidencia y esta coordinación que se plan­tea sería una encuesta amplia, que sea representativa. Y, en segundo, que se ponga en una boleta a quién se prefiere que sea el coordinador o coordi­nadora de la defensa de la 4T y ya, es muy sencillo.

“El otro tema: debates. Qué se piensa sobre seguri­dad, sobre eso, lo otro, lo que se preguntará cualquier ciuda­dano o ciudadana que le pidan opinar. Qué propone este se­ñor, esta señora, por eso tiene que haber debate o debates”.

El aún canciller conside­ra que Mario Delgado Carri­llo, presidente del CEN de Morena, debe organizar por lo menos dos debates entre quienes por ahora destacan entre las corcholatas de la 4T: Sheinbaum, Adán Augusto López, Ricardo Monreal, Ge­rardo Fernández Noroña y él.

Insiste: “El debate sería además una cosa muy impor­tante por una razón: lo que se ve ahorita es medio país pintado, espectaculares por todos lados, bardas con pintas por todos lados, etcétera. En un debate, todos los que par­ticipamos estamos igual. El mayor ejercicio de igualdad política en una contienda es el debate”.

Encarrilado a la candidatura

El accidente del 3 de mayo de 2021, cuando se derrumbó un puente elevado de la Lí­nea 12 del Metro y donde 26 personas perdieron la vida, se le atribuye indirectamente a Ebrard porque esa vía se cons­truyó en su gobierno. Dice al respecto:

“Esta es una construcción que está ya para los nueve, 10 años, por ahí. Yo hice mi propio examen de concien­cia, porque el inquisidor más duro que vas a tener eres tú mismo, siempre, y me hice la pregunta: ¿qué haría yo dife­rente? Se hizo una licitación internacional que ganó ICA y construyó nueve líneas del Metro. Yo estuve feliz cuan­do ganó ICA; su contraparte era una empresa española. Se contrató a ingenieros muy capacitados, por ejemplo, al ingeniero Alejandro Vásquez Vera, que fue el supervisor de la obra civil. Porque habían desmantelado Cobitur, que hacía el Metro, entonces no lo podíamos volver a armar.

“Me sorprende que ahora se diga: fueron los pernos, cuando la supervisión civil estuvo a cargo de gente muy competente. Luego el tema del diseño. Participaron el Instituto de Ingeniería de la UNAM, el Politécnico; los invité. Empresas muy serias, como Colinas de Buen, par­ticipó con las que estaban haciendo la obra. ¿Qué haría diferente? No habría hecho yo algo diferente porque no pienso que lo que ocurrió se deba a incompetencia de todo lo que acabo de referir.

“Todo eso que se ha dicho, de que se aceleró, es falso. Yo me quedé en la Ciudad de México y la obra se echó a andar en noviembre, ya había pasado la elección… ésta fue en julio de 2012 y la obra se echó a andar hacia fines ya del gobierno, estaba a poco de salir cuando se hizo el re­corrido y todo eso”.

–¿Miguel Ángel Mancera tiene que ver en lo que ocu­rrió?

–Paró la obra mucho tiem­po, luego dijo que ya estaba toda segura. Incluso, año y medio yo creo que la para­ron. Luego vino el sismo de 2017, dijeron que lo habían revisado. Entonces el direc­tor era Jorge Gaviño, que a su vez había sido presidente de la Comisión Investigadora de la Asamblea Legislativa. Le dieron la dirección del Metro y él declaró que lo habían revisado después del sismo y estaba todo muy bien. Algo no estaba bien, seguramente.

Ebrard dice respetar a sus competidores por la candida­tura de Morena, aunque mati­za en cada caso:

“A Ricardo lo conozco desde hace muchos años, yo estuve cerca cuando él tomó la decisión de participar en­tonces con Andrés Manuel López Obrador. Te hablo de fines de los noventa, y luego todo el camino de campañas de Andrés y luego en Morena. Le tengo mucho respeto. A Claudia igual, pues es la jefa de Gobierno.

“Adán Augusto se me hace un buen operador político, sin duda. Fernández Noroña, una gente que ha estado en otro espacio; fue vocero en el PRD cuanto estuvo Leonel Cota, lo conozco hace muchos años, es muy buen compañero y también es una gente muy só­lida. No puede uno minimizar a nadie”.

Al plantearle el presunto sesgo que tiene AMLO por Sheinbaum, Ebrard expone:

“Toda mi carrera, inclu­yendo la encomienda de traer las vacunas -contra covid-19- y todo el equipo médico que se necesitó, o resolver la crisis con Donald Trump de los aranceles y la migración, o armar las relaciones con Joe Biden… En el inter el caso del general Salvador Cienfue­gos… Los resultados hablan por tu servidor. El rescate de Evo Morales, el regreso a América Latina, el peso de México ahora a nivel global, se debe en buena medida al presidente pero también a la operación que uno hace.

“Los resultados están a la vista; se oye medio vanidoso, pero lo digo para responder a tu pregunta. ¿Queremos re­sultados? Yo tengo con qué demostrar que los puedo lo­grar y los he logrado hasta el día de hoy”.