“El Problema Comenzó en 2010 Cuando se Dejó de Pagar”

Por Manuel Caldera

El exrector de la Benemérita Univer­sidad Autónoma de Zacatecas, (BUAZ), Antonio Guzmán Fernández, dijo que se requiere una sinergia y unidad para po­der atender los procesos de reforma para buscar soluciones al problema de la deuda histórica y los internos de la propia casa de estudios relacionados con los laborales, sindicales y académicos, entre otros.

Antonio Guzmán dijo a Página 24 Zacatecas que hay dos temas pendientes, la reforma académica y administrativa, así como el tema de la deuda que ha venido arrastrando la universidad por la falta de pago de cuotas al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE). Remarcó que será relevante la participación de la comunidad universitaria, así como de los docentes e investigadores para que puedan conservar derechos laborales y sindicales, tanto prestaciones de ley como los adquiridos por los años de labor en las diferentes unidades académicas y administrativas de la universidad.

“Ya hay un proceso por lo menos de tres administraciones, tratando de resolver el problema estructural que tiene la uni­versidad. Cuando nosotros recibimos en 2016, teníamos una cobertura financiera de nueve meses, luego entregamos una de 11 meses. El reto de esta administración era atender diciembre, porque representa todos los pagos de fin de año: aguinaldos, quincenas, días 31, por lo que el reto es tener todo un ciclo presupuestal, para luego entrar al problema de la deuda con el ISSSTE. La realidad es que el talón de Aquiles de la universidad es el adeudo histórico con el ISSSTE”.

“Cuando en 2010 se deja de pagar, el tema ha sido un grillete muy fuerte para la administración, porque se hacen recargos que está generando una deuda muy pesada para la institución. Aunque al cerrar el ci­clo presupuestal te daba la oportunidad de asumir el adeudo, porque ese es el punto”.

“Porque cerrando el tema financiero, ya podemos pensar en una reforma académi­co-administrativo de toda la institución. Pero con la incertidumbre del problema financiero, difícilmente se pueden con­centrar en poder entrar a fondo cambios en el tema. Hay esfuerzos de maestros de las unidades académicas, porque bajo las condiciones en las que están siguen tra­bajando, por lo que hay que reconocerlo”.

“Otro tema importante para sacar ade­lante una reforma académica, es el clima político: tienes que poner unas condicio­nes de mucha inclusión y diálogo, tole­rancia, incluir a las fuerzas políticas al interior de la universidad, a los colectivos e individuos. Para un proceso que trasto­cará diferentes áreas de la universidad, para que puedas generar la voluntad del cambio. Sin dejar de mencionar que tienes que mejorar las condiciones laborales de los trabajadores”.

“Hace falta un llamado a la prudencia, la inclusión y la concordia, para que todos los actores puedan concluir en un proyecto más grande que es la propia universidad. Ahorita vemos que las cosas están crispa­das, hay reajustes en las fuerzas al interior de la universidad; no hay diálogo con el comité de huelga”, destacó.