Con Recorridos de 15, 30 y 50 Kilometros: Eduardo Gil

Por Nallely de León Montellano

Fotografía relevante a la nota.

Eduardo Gil Montoya, miembro fundador de Salvajes de la Pradera (Foto: Diana Moreno Valtierra)

Salvajes de la Pradera es un grupo de senderistas que, desde hace dos años se reúnen dos veces por semana, con la finalidad de recorrer los alrededores del estado, y explorar la naturaleza que se alberga en los puntos más altos de la entidad.

En el marco de su segundo aniversario, este sábado se llevó a cabo el segundo Ultramaratón de Senderismo “Rito Rodríguez”, donde participaron más de 200 senderistas de Morelos, Ojocaliente, Trancoso, Guadalupe, Zacatecas, Jerez, Chihuahua, Durango y Aguascalientes, dijeron.

Para tal evento, se establecieron tres distancias: 15 kilómetros, 30 kilómetros y 50 kilómetros; en el caso la distancia más larga (50 kilometros), la ruta arrancó a las 5:30 de la mañana de la Zacatecana hasta Panza Cola, para, posteriormente partir al manantial de Tolosa, Trancoso, y los Conos de Santa Mónica.

Durante el trayecto, el grupo de senderistas visitó el Museo Comunitario de Zóquite, el templo del Niño Dios del Amor, los Conos de Tacoaleche, y culminaron en la Casa Grande de esa comunidad, donde les ofrecieron hidratación, snacks y comida para su recuperación.

Eduardo Gil Montoya, miembro fundador de Salvajes de la Pradera, explicó a Página 24 Zacatecas que las actividades que realiza dicha organización son completamente familiares y recreativas para los amantes de la naturaleza y las caminatas entre cerros y montañas sin importar si se presentan inclemencias en el clima.

La comunidad de senderistas más importante en el estado surgió luego de la llegada de la pandemia, tras una serie de entrenamientos realizados por Eduardo Gil y un grupo de compañeros, quienes realizaban caminatas de ocho kilómetros por diferentes cerros; fue entonces que surgió la idea de abrir la invitación a la población en general para formar lo que hoy es Salvajes de la Pradera.

El salvaje mayor, como lo llaman sus compañeros, detalló que, en el trayecto de estos dos años, todas sus actividades se han realizado de manera autogestiva y, de igual manera, han organizado eventos para instituciones educativas públicas y privadas que no implican ningún gasto para las y los participantes.

Uno de los mayores beneficios de realizar la actividad de senderismo, es obtener una mejor condición física, y en la mayoría de los casos nivela los índices de estrés, cuadros depresivos y es de gran beneficio para mejorar la respiración, el ritmo cardiaco y el metabolismo de quienes lo practican.

Las rutas que recorre Salvajes de la Pradera, son pensadas para la seguridad de las y los participantes, así como los horarios, mismos que normalmente son pensados para la familia; asimismo, Eduardo Gil explicó que la mayoría de las veces se reúnen al menos 100 personas quienes siempre brindan cuidado y apoyo mutuo.

Afortunadamente, subrayó, en estos dos años no se ha registrado ninguna situación que ponga en riesgo la integridad de las y los senderistas, sin embargo, cada vez que emprenden una ruta toman las debidas precauciones para regresar a casa sanos y salvos.

“Es importante que cada participante acuda con ropa cómoda que le permita desplazarse, o ropa especial para senderismo, playera de manga larga, equipos esenciales como lámpara, un silbato de emergencia, bastones para descansar, sombrero, un mini botiquín médico, hidratación, batería del teléfono al 100 para recorridos largos y calzado adecuado”, agregó.

Una vez que un senderista se conecta con la naturaleza, no puede más que admirar lo que ve a su paso: atardeceres, flora, fauna, sonidos, y la compañía de quienes han encontrado en esta actividad un estilo de vida capaz de generar grandes sentimientos en cada sendero recorrido.