Y a Causa de Eclipse nos Cayó el Chahuistle: Pedro Medina
Por: Nallely de León Montellano
En la comunidad de Tacoaleche, ubicada en el municipio de Guadalupe, existen 20 productores de flor de cempasúchil, cuya siembra comienza a partir de junio y a partir de octubre la flor se encuentra lista para dar vida a las tradiciones del Día de Muertos en Zacatecas y en todo México.
Sin embargo, ante la falta de lluvias este año, la sequía afectó hasta 30% la producción de esta flor en las 1.4 hectáreas de su propiedad destinadas para esta cosecha, mencionó Pedro Medina López, conocido productor de flor de cempasúchil en la comunidad de Tacoaleche.
En este sentido, comentó que a causa de la sequía y la inflación global en el estado, el precio por manojo y por rollo de estás flores aumentó de 150 a 200 pesos por tercio (rollo) en relación con el año pasado, mientras que, el precio por manojo oscila entre los 20 y los 30 pesos respectivamente.
Para este año, dijo, acudieron compradores de estados vecinos como San Luis Potosí para llevar esta flor en cantidades grandes, ya que, debido a la alta demanda por temporada, se registra escasez de cempasúchil para la compra y venta.
En cuanto al nacimiento de la flor este año, Medina López detalló que la sequía impidió que la flor creciera en su tamaño normal, por lo que una gran parte se va perder en lo que refiere a la venta.
Por otro lado, dijo que el pasado eclipse solar ocurrido el 14 de octubre también provocó que a varios surcos les cayera lo que se denomina “sereno” o “chahuistle”, que es una especie de helada que provoca que la flor se queme, y de igual manera su crecimiento.
El productor de flor de cempasúchil relató que desde hace 27 años, cuando únicamente había tres productores, se dedica a la labor de sembrar y cosechar esta flor, ya que descubrió que el significado de esta va más allá de una simple flor, por lo que, para él, más que una fuente de ingresos es una ofrenda que se está convirtiendo en una tradición generacional.
El 1 y 2 de noviembre, al filo de las 4 de la mañana, es la hora ideal para comenzar los trabajos del corte de la flor para posteriormente trasladarla a los diferentes panteones donde se venden en mayor medida a las personas que acuden a visitar y venerar las tumbas de sus fieles difuntos, además de otros puntos de venta.
“Cortamos la flor en tercios, es mejor cortarla desde muy temprano porque el Rocío la mantiene fresca”, comentó.
En la actualidad, Pedro desea que el negocio de flor de cempasúchil sea manejado por sus seis nietos, sus tres hijos y su esposa y una vez que él deje este plano terrenal, para continuar con lo que se ha convertido en una tradición familiar y una forma de vivir.
Mencionó que si algún día llega a faltar antes que toda su familia, su deseo es ser venerado con las flores que durante muchos años le dieron los medios para sacar adelante a sus seres queridos, y mantener vivas más huertas que han dejado una gran huella en la familia Medina.