Regresaron los Narcocarniceros
Por Margarito Juárez González
Villanueva, Zac.- Narcosicarios al servicio de la delincuencia organizada, privaron de la libertad a un hombre, lo torturaron, lo asesinaron a balazos para después descuartizarlo, meter los trozos en bolsas negras de plástico y arrojarlas a un costado de la carretera federal 54.
Quienes transitaban en sus vehículos por la citada carretera federal, a la altura del entronque a la comunidad Santa Rosa, observaron las bolsas de plástico, de cuyo interior salía sangre, por lo que lo reportaron de manera anónima vía telefónica al Sistema de Emergencia 911, y con ello se activó el código de alerta en cada una de las corporaciones policiacas.
También hicieron su aparición en el lugar de los hechos varios elementos de la Dirección de Seguridad Pública, Estatal Preventiva, Metropol, Guardia Nacional (GN) y Militares, quienes confirmaron el reporte y no permitieron que gente ajena a las autoridades se acercara a la zona del hallazgo, para evitar la contaminación del lugar donde el narco arrojó el cuerpo partido en “cachitos” de un hombre, no identificado, hasta el cierre de la presente edición.
Efectivos de Servicios Periciales de la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) y la Policía de Investigación, también acudieron para realizar las investigaciones de campo y con ellas se abrió la carpeta por el delito de homicidio doloso en contra de quienes resulten responsables.
Una vez que los restos humanos fueron retirados de un costado de la cinta asfáltica, trasladados al Servicio Médico Forense (Semefo), para la realización de la necropsia de ley correspondiente.
Nadie de las personas que radican en citada zona en mención dijeron no haber visto a los sujetos que ahí arrojaron las bolsas de plástico con restos humanos, por lo que no tienen mayores datos de los peligrosos y deshumanizados narcotraficantes, que tienen a Zacatecas en un puño.
Elementos policiacos de los tres órdenes de gobierno realizaron una búsqueda de los sicarios en la carretera federal 54, a la altura del entronque a Santa Rosa, y zonas aledañas, sin embargo regresaron con las manos vacías.