Difícil Olvidar a mi Hijo, no Puedo: Madre Buscadora

Por Miguel Alvarado Valle

Imagen relacionado a la nota.

Patricia Reveles Ávila, una de las madres buscadoras (Foto: Rocío Castro Alvarado)

Este viernes, familiares de personas desaparecidas llevaron a cabo una acción simbólica en la Plaza Bicentenario de Zacatecas para visibilizar la problemática de las desapariciones en la entidad.

Durante la manifestación, se desplegó un tejido rojo elaborado por el colectivo “Sangre de mi Sangre”, acompañado de lonas, objetos personales de las víctimas, y palas que simbolizan las búsquedas emprendidas por los propios familiares.

En el evento, las madres buscadoras destacaron que en Zacatecas existen tres mil 843 personas desaparecidas según la cifra histórica, siendo Fresnillo el municipio con mayor número de casos, con 937 reportes, le siguen Zacatecas con 354, Guadalupe 349, Jerez 237, Calera, 179 y Río Grande 178, entre muchos otros.

Al grito de “¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!” y “¡No somos uno, no somos 100, pinche gobierno cuéntanos bien!”, los asistentes exigieron acciones contundentes por parte de las autoridades, demandando la intensificación de las búsquedas y mayor apoyo a las familias, quienes en muchas ocasiones realizan las labores sin ayuda gubernamental.

Por su parte, Patricia Reveles Ávila, una de las madres buscadoras, compartió su historia durante la manifestación, recordando con voz entrecortada, cómo su hijo desapareció el 30 de agosto de 2022, cuando regresaba de su trabajo en Loreto, Zacatecas.

“Él estaba trabajando como suplente en una clínica del IMSS. El día 29 me llamó para decirme que iría a Aguascalientes antes de regresar a Zacatecas. Desde entonces, no sé nada de él”, narró.

Patricia explicó cómo su búsqueda comenzó de manera individual hasta que se unió a un colectivo, “Desde entonces, hemos recorrido diversos municipios en Zacatecas, además de estados como San Luis Potosí, Jalisco, Aguascalientes y Durango”, agregó.

La madre expresó el desgaste emocional y físico que implica buscar a su hijo, “casi no duermo, siempre lo tengo en mis pensamientos. Es muy difícil, pero trato de controlarme”, señaló.

Patricia destacó el apoyo mutuo entre las madres de desaparecidos, quienes se ayudan en actividades como organizar eventos, recolectar información o elaborar materiales para las manifestaciones.

Respecto a las nuevas tecnologías como el uso de huellas dactilares o pruebas genéticas para localizar a personas desaparecidas, Patricia manifestó su esperanza, aunque con reservas: “Me gustaría encontrarlo con vida. Aún tengo fe”.

Finalmente, al ser cuestionada sobre qué mensaje le daría a su hijo, Patricia respondió con lágrimas: “Lo amo, lo extraño, y deseo tenerlo ya entre mis brazos”. Para otras madres en su situación, su consejo es claro: “La esperanza se pierde al último. No debemos rendirnos”.