“Mantener la paz y el Amor de Dios”

Por Miguel Alvarado Valle

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El obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló (Foto: Rocío Castro Alvarado)

El obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, compartió un mensaje de reflexión y esperanza en el marco del inicio del Año Nuevo 2025, exhortando a los fieles a mantener la paz y el amor de Dios como guías fundamentales en su vida.

Durante su mensaje, resaltó que este tiempo festivo de Navidad invita a mirar con gratitud el camino recorrido, los aprendizajes acumulados y las bendiciones recibidas durante el año que termina, al mismo tiempo que se abre un nuevo capítulo lleno de oportunidades y retos.

El obispo recordó la importancia de vivir con fe y gratitud, destacando que el año que finaliza ha sido un tiempo para crecer en sabiduría y gracia, a pesar de las luces y sombras que han marcado el camino.

“Cada quien sabe sobre sus días luminosos y los sombríos, las presencias y las ausencias, los amores y desamores”, expresó, invitando a los fieles a confiar en que todo contribuye al bien de quienes aman a Dios y a prepararse para los desafíos del nuevo año con ánimo renovado.

Sin embargo, el obispo no dejó de señalar las preocupaciones que marcaron el 2024, especialmente el avance de lo que denominó “la cultura de la muerte”.

Criticó las decisiones legales que, según él, han vulnerado la dignidad humana desde la concepción hasta la muerte natural, afirmando que tales acciones generan confusión en la sociedad y socavan la autoridad moral del Estado.

“El más inocente queda totalmente indefenso”, expresó con firmeza, lamentando las consecuencias de un permisivismo que, a su juicio, afecta los valores fundamentales de la convivencia. De cara al 2025, el obispo enfatizó la importancia de construir un futuro inspirado por la esperanza y la reconciliación. El mensaje de Noriega Barceló también incluyó una invitación a reflexionar sobre tres anhelos esenciales para el ser humano: la familia, la fe y la armonía, valores que son la base de una vida plena y un mundo sostenible. Finalmente, el obispo concluyó su mensaje deseando un “feliz y comprometido año 2025” e invitó a los zacatecanos a abrir la puerta de la disponibilidad y la generosidad.