“Cada Color Tiene un Significado”

Por Miguel Alvarado Valle

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La venta de lencería se convierte en una tradición durante las festividades de fin de año

En el Centro Histórico de Zacatecas, la venta de lencería se convierte en una tradición durante las festividades de fin de año, con colores que simbolizan deseos y aspiraciones para el año venidero.

Nallely Arenas, encargada de una tienda de lencería en el centro de la capital del estado, dice que los tonos rojo y amarillo son los más buscados por los clientes, pues se cree que cada color tiene un significado especial: el rojo atrae el amor, mientras que el amarillo está relacionado con la prosperidad económica.

“Muchas mujeres vienen a comprar lencería roja con la esperanza de que el próximo año les vaya bien en el amor, mientras que el amarillo es para quienes buscan más dinero y estabilidad financiera. Son colores que ya tienen una tradición en esta época”, explicó Nallely Arenas.

Aunque predominan estos dos tonos, mencionó que algunos clientes optan por colores alternativos dependiendo de sus propias creencias o gustos.

Asimismo la tienda atiende a una clientela variada que incluye tanto a mujeres como a hombres, quienes buscan piezas específicas ya sea para uso personal o como regalo.

En este sentido, Arenas mencionó que, además de la lencería en colores tradicionales, otros artículos como tangas personalizadas, perfumes y ropa interior con diseños humorísticos se convierten en opciones populares para los intercambios navideños o como regalos de broma.

También señaló que la variedad de edades también es notable: “Vienen desde jovencitas hasta señoras mayores. Incluso hemos atendido parejas que buscan algo especial para fortalecer su relación. La lencería, además de ser un accesorio personal, también puede ser un detalle significativo en las relaciones de pareja”, comentó.

A pesar de la tradición, mencionó que las ventas de este año no han alcanzado los niveles esperados, estos debido a varios factores que han influido en esta disminución, como la economía y la falta de turismo en la ciudad.

“Se ha vendido, pero no como en otros años. La percepción de inseguridad también afecta, ya que desanima a muchos visitantes”, detalló.

Indicó que situación refleja una tendencia que otros comercios en el Centro Histórico también han experimentado: menos afluencia de clientes y una disminución general en las ventas durante temporadas que solían ser más dinámicas.

Finalmente Nallely invito a las personas a visitar el Centro Histórico y apoyar a los negocios locales, especialmente en esta temporada de fin de año, “La lencería no solo es un detalle bonito, sino también una forma de empezar el año con energía positiva. Además, puede ser un regalo significativo para parejas y una tradición que muchas disfrutan”.