Es un Retroceso: Ana Emilia Pesci

Por Miguel Alvarado Valle

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Ana Emilia Pesci Martínez (Fotos: Rocío Castro Alvarado)

El pasado miércoles 22 de enero en sesión de Cabildo del Ayuntamiento de Zacatecas, se aprobó el nuevo Reglamento de Administración Interior que incluye reformas al Instituto Municipal de las Mujeres Zacatecanas (INMUZAI), situación que ha generado preocupación debido a su impacto en la estructura y propósito del Instituto.

Ana Emilia Pesci Martínez, activista por los derechos de las mujeres, expresó su inquietud sobre estos cambios, destacando que, si bien las nuevas administraciones suelen recibir un voto de confianza, las decisiones recientes no responden a las necesidades específicas de las mujeres en el municipio.

Entre los puntos más polémicos está la falta de convocatoria a la Junta de Gobierno, un órgano esencial para supervisar las políticas públicas en materia de género de forma integral.

“La junta de gobierno es la máxima autoridad del instituto y está integrada por varias compañeras de la sociedad civil y organizaciones pertenecientes al movimiento feminista y a la academia, a quienes, desde que la administración empezó únicamente se les ha llamado en una ocasión” explicó.

Pesci Martínez recordó que la creación del INMUZAI, se remonta a 2018, la cual tuvo como objetivo atender de forma integral a las mujeres zacatecanas, debido a las desigualdades estructurales históricas que las mujeres enfrentan en la sociedad.

Sin embargo, señaló que el nuevo reglamento de administración, impulsado por la administración actual, ha ampliado sus competencias para incluir no solo a mujeres, sino también a hombres como parte de la atención en el instituto de las mujeres.

Este enfoque, según la activista, confunde los conceptos de igualdad y equidad, y resulta contraproducente, ya que las instancias creadas para mujeres buscan precisamente corregir la desigualdad histórica y no abordar situaciones generales de género, “lo que estamos viendo aquí, a mi juicio es más un desconocimiento que una postura maliciosa”.

Este cambio en el enfoque podría poner en peligro los avances conseguidos a lo largo de los años en la lucha por los derechos de las mujeres, advirtiendo que atender a los hombres diluye el propósito original del Instituto.

Pesci Martínez también cuestionó el nuevo nombre del instituto, en el que usan el término “mujer” en singular, señalando que existen múltiples formas de ser mujer, y que las políticas deben considerar la diversidad de las mujeres, incluyendo a las indígenas, lesbianas, las adultas mayores, y las mujeres con discapacidad, entre otras.

Otro aspecto preocupante es la reducción del presupuesto asignado al Instituto de las Mujeres en el presente año fiscal, lo que, según la activista, constituye un retroceso en los avances históricos alcanzados.

Enfatizó que los presupuestos para las políticas de género deben ser progresivos, y no regresivos, como ocurre con la asignación del Ayuntamiento de Zacatecas, que plantea recortar los fondos destinados a este instituto, afectando la atención a las mujeres.

Esta disminución de recursos y la división del presupuesto entre hombres y mujeres refleja una falta de compromiso con la causa de la igualdad sustantiva, al invisibilizar las necesidades específicas de las mujeres.

Finalmente Pesci, destacó que es fundamental que el Ayuntamiento de Zacatecas entienda que la lucha por la igualdad no es solo un discurso, sino un trabajo constante que requiere profesionalización, recursos, apoyo institucional, y una clara voluntad política.