“Están en Riesgo Territorios Sagrados”, Alerta

Por Miguel Alvarado Valle

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La falta de recursos económicos y la disminución de los presupuestos destinados a la cultura y al desarrollo de las comunidades indígenas están poniendo en riesgo la protección de los territorios sagrados y la preservación cultural de las comunidades wixárikas en México, advirtió Jennie Gamlin (Foto: Diana Moreno Valtierra)

La falta de recursos económicos y la disminución de los presupuestos destinados a la cultura y al desarrollo de las comunidades indígenas están poniendo en riesgo la protección de los territorios sagrados y la preservación cultural de las comunidades wixárikas en México, advirtió Jennie Gamlin, profesora asociada en University College London y especialista en salud pública y estudios de género en comunidades rurales mexicanas.

En entrevista para Página 24 Zacatecas, la investigadora señaló que en los últimos seis años se ha registrado una disminución en los fondos estatales destinados a la cultura, lo que ha impactado directamente en los planes de protección de sitios sagrados, como los ubicados en la ruta de peregrinación hacia Wirikuta en San Luis Potosí.

Indicó que esta ruta, es fundamental para la cosmovisión wixárika y su continuidad cultural, pero enfrenta amenazas tanto por el abandono institucional como por los intereses económicos que buscan explotar el territorio.

“El dinero que podría haberse destinado a la protección de estos espacios ha ido disminuyendo. Y, aunque las comunidades realizan una gran labor de resguardo sin el apoyo del Estado, es imposible proteger estos territorios de intervenciones externas, como el caso de las mineras canadienses en Wirikuta”, explicó Gamlin.

Actualmente, añadió, se encuentra en proceso una petición a la UNESCO para declarar la ruta Wirikuta como Patrimonio de la Humanidad y de aprobarse, se garantizaría un nivel de protección nacional e internacional, así como la posibilidad de acceder a recursos adicionales para planes de manejo y conservación.

Sin embargo, Gamlin advirtió que incluso con dicha protección, son necesarios fondos estatales para implementar los programas de cuidado y preservación, mismos que han disminuido en las últimas administraciones.

En otro orden de ideas, la investigadora señaló las condiciones deficientes de acceso a servicios de salud de niños y mujeres en las comunidades wixárikas, que enfrentan profundas desigualdades de género que afectan la salud de las mujeres y de sus hijos.

Gamlin explicó que persisten altas tasas de mortalidad materna e infantil, derivadas de la falta de acceso a servicios de salud oportunos y adecuados, como ha constatado en la comunidad Tuvapuye en Jalisco, donde trabaja desde hace varios años.

“En un estudio que realizamos hace seis o siete años, encontramos tasas de mortalidad infantil cinco veces mayores que el promedio nacional. Muchas mujeres continúan dando a luz solas o en casa, y aunque existen clínicas, en casos de emergencia no hay vías de evacuación ni recursos para trasladarlas”, subrayó.

Relató que, a diferencia de otras regiones donde pueden acceder a traslados aéreos en situaciones de emergencia, en estas zonas rurales es prácticamente imposible recibir asistencia médica especializada de manera rápida.

Afirmó que pese a que las enfermedades infecciosas en la infancia han disminuido, aún se registran casos de muertes por enfermedades tratables como la sarna, así como accidentes fatales debido al mal estado de los caminos y la falta de condiciones de seguridad para el transporte en zonas montañosas.

Las condiciones para las comunidades siguen siendo adversas aún en la zona urbana, advirtió, ya que aunque en estados como Jalisco se han impulsado algunas iniciativas para crear albergues y espacios culturales para que los jóvenes puedan estudiar en las ciudades sin perder el vínculo con su comunidad en otras ciudades como Zacatecas, a pesar de que existen sitios sagrados como Mawipa —el santuario del padre—, aún no hay suficientes espacios que permitan esta convivencia cultural.

“Lo que hace falta es voluntad política y recursos estatales para proteger y fomentar estos espacios. La cultura wixárika se sostiene en gran parte gracias a la ruta sagrada y sus peregrinaciones; si se pierde eso, se pone en riesgo su forma de vida”, concluyó