“Es lo más Inhumano”, Dice

Por Miguel Alvarado Valle

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Sigifredo Noriega Barceló, se pronunció en contra de la reciente iniciativa de reforma a la ley estatal de salud, complementaria a la despenalización del aborto, y llamó a la reflexión sobre sus implicaciones,“ojalá abramos los ojos”, enfatizó (Foto: Rocio Castro Alvarado)

Durante la homilía dominical, el obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, se pronunció en contra de la reciente iniciativa de reforma a la ley estatal de salud, complementaria a la despenalización del aborto, y llamó a la reflexión sobre sus implicaciones,“ojalá abramos los ojos”, enfatizó.

El prelado señaló que esta modificación eliminaría el derecho a la objeción de conciencia para los profesionales médicos, lo que calificó como una medida “deshumanizante” y contraria a la libertad de conciencia.

Ante los feligreses reunidos en el tercer domingo de Cuaresma, advirtió que sería “lo más inhumano” obligar a los médicos a practicar abortos en contra de sus principios éticos y religiosos.

En su mensaje, Noriega Barceló enfatizó la importancia de la responsabilidad individual y colectiva en la construcción del tejido social.

Asimismo reflexionó sobre cómo los actos y omisiones de cada persona pueden influir en la sociedad y llamó a la comunidad a asumir su papel en la transformación de la realidad.

“Dios no quiere la muerte del pecador, quiere que viva. Dios no quiere la violencia, ningún tipo de violencia”, expresó, aludiendo a la necesidad de tomar decisiones basadas en el amor y el respeto por la dignidad humana.

El obispo reiteró que la objeción de conciencia es un derecho fundamental que debe ser respetado en cualquier legislación, “nadie puede obligar a nadie a actuar contra su conciencia o a hacer el mal” y que ir en contra de este principio sería un atentado contra la esencia misma del ser humano.

Desde su perspectiva, las leyes deben responder al bien común y no imponerse sin considerar las implicaciones morales y éticas en la vida de los ciudadanos.

Finalmente, invitó a la feligresía a vivir la Cuaresma como un tiempo de reflexión y conversión, encaminado a la esperanza de un futuro mejor.