“No Quiero que les Sucede lo que a mí”
Por Miguel Alvarado Valle

Con el objetivo de evitar que más jóvenes caigan en situaciones de violencia, drogadicción o el crimen organizado, un exreo, quien
por motivos de seguridad prefi rió mantenerse en el anonimato, recorre universidades compartiendo su testimonio de vida
Con el objetivo de evitar que más jóvenes caigan en situaciones de violencia, drogadicción o el crimen organizado, un exreo, quien por motivos de seguridad prefirió mantenerse en el anonimato, recorre universidades compartiendo su testimonio de vida.
Con 32 años de edad, expresó que dedica su vida a dar talleres de prevención del delito en escuelas y universidades, compartiendo su testimonio con jóvenes para evitar que repitan sus pasos.
Detalló que todo inició cuando cometió un homicidio cuando aún era menor de edad, “yo perdí a mi hija y para tomar represalia, asesine a la pareja de la persona con la que tuve a mi niña. Yo crecí en un ambiente de violencia, de drogadicción… ese era mi día a día dentro y fuera de la cárcel”, confesó.
Después de aquel acontecimiento, ingresó a una correccional en la Ciudad de México, donde conoció la crudeza del encierro, y más tarde a un penal de adultos, acumulando en total 11 años tras las rejas.
Del encierro para menores de edad a la prisión de adultos, relató que su tránsito fue acompañado de una “escuela negativa” que lo preparó para sobrevivir entre muros, “eso no te exime de lo que te puede pasar dentro, todos los días hay problemas de abusos, drogas y extorsión”, recordó.
Por tal motivo, mencionó que hoy visita escuelas públicas y privadas, además del Archivo General de la Nación, para advertir a los adolescentes sobre los peligros que enfrentan en su entorno.
Destacó la necesidad de trabajar en la inteligencia emocional desde edades tempranas, “Ya queremos accionar cuando el problema ya está presente. Es importante que los jóvenes se puedan conocer a sí mismos y aprendan a superar las dificultades sin necesidad de la droga”.
En este sentido, enfatizó que el gobierno debe de incentivar más programas culturales, deportivos y educativos como herramienta de prevención, ya que muchos jóvenes ni siquiera son conscientes de que su entorno los está llevando a la delincuencia o al narcotráfico.
Sobre la reinserción, aseguró que sí es posible, aunque no para todos, “hay personas que pueden y hay personas que no. No podemos generalizar”, comentó.
Finalmente invitó a los jóvenes a detenerse antes de tomar una decisión, a reflexionar sobre sus emociones y a elegir la mejor decisión posible, “el comprendernos a nosotros mismos es el primer paso para salir adelante”, concluyó.