“Y a Vivir sin Miedo”
Por Miguel Alvarado Valle
Noriega Barceló expresó que si él pudiera escoger cuándo partir de este mundo, elegiría hacerlo en Pascua, “el día que hizo el Señor”, recordando que la muerte, más que un final, es un tránsito hacia la vida eterna (Foto: Rocio Castro Alvarado)
En su mensaje dominical, el obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, reflexionó sobre el tránsito del Papa Francisco a la vida eterna, enmarcando su muerte dentro del tiempo pascual. Señaló que, así como Jesús resucitado ofreció a sus discípulos el don de la paz, el Papa también deja un legado de reconciliación y misericordia.
Noriega Barceló expresó que si él pudiera escoger cuándo partir de este mundo, elegiría hacerlo en Pascua, “el día que hizo el Señor”, recordando que la muerte, más que un nal, es un tránsito hacia la vida eterna.
El obispo destacó que el Papa Francisco, a pesar del temor al dolor que expresó alguna vez, supo afrontar la muerte desde la fe profunda y la conanza en Dios.
Comparó su actitud con la de los discípulos que, encerrados por miedo, fueron alcanzados por el resucitado, quien les ofreció paz y el Espíritu Santo, resaltando que Jesús fue quien tomó la iniciativa para buscar a sus discípulos después de la resurrección.
De manera especial, el obispo resaltó tres lecciones que invitó a adoptar en este tiempo de Pascua; la primera es fortalecer la fe, sin temer a las dudas, “las dudas son parte del camino de la fe, pero el peligro está en no enfrentarlas”, advirtió.
La segunda enseñanza que destacó fue la necesidad de vivir en una continua búsqueda de sentido, incluso en medio del dolor y la fragilidad. La tercera lección es comprender la fe como un encuentro transformador con el amor de Dios, “Él tuvo la iniciativa de buscarnos, como buscó a Tomás y a Pablo. La fe es un encuentro”, enfatizó el obispo.
Añadió que los cristianos de hoy deben dejarse encontrar y abrazar por la misericordia divina, permitiendo que Dios actúe en sus vidas.
Finalmente, Sigifredo Noriega Barceló pidió orar para que el próximo Papa tenga el perl de fe, misericordia y entrega que el mundo necesita, “para que este mundo sea mejor y sea un mundo en el que valga la pena respirar, el aire santo, el aire de la paz, el aire de la justicia y el aire de la bondad, que así sea”.