“León XIV Quiere una Iglesia Unida y Llena de Amor”

Por Miguel Alvarado Valle

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El Obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, ofreció una homilía centrada en los valores fundamentales que deben guiar a la Iglesia en esta nueva etapa: la unidad y el amor, “hoy con toda la iglesia escuchamos en un contexto de compromiso, de despedida y testamento, quienes somos y quienes estamos llamados a hacer” (Foto: Rocio Castro Alvarado)

El Obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, ofreció una homilía centrada en los valores fundamentales que deben guiar a la Iglesia en esta nueva etapa: la unidad y el amor, “hoy con toda la iglesia escuchamos en un contexto de compromiso, de despedida y testamento, quienes somos y quienes estamos llamados a hacer”.

La celebración coincidió con la conclusión de la Semana de la Catequesis y el inicio del ministerio petrino del Papa León XIV, a quien el obispo agradeció por aceptar con humildad la gran responsabilidad de guiar a toda la Iglesia.

“Nos ha indicado qué Iglesia necesita nuestro mundo: una Iglesia unida y llena de amor”, expresó Noriega, destacando el llamado del pontífice a no permitir que las diferencias rompan la comunión.

“Pues ahí tenemos esa indicación que no sólo es del papa actual sino que es de Jesucristo mismo, que todos sean uno y esto nos va a pedir otras actitudes, esa búsqueda, esa apertura y sobre todo esa humildad para saber escuchar”.

En otro orden de ideas, el obispo reconoció con emoción la labor de los catequistas, a quienes describió como “peregrinos en la esperanza”, transmisores del Evangelio y presencia viva de Cristo. Señaló que ser catequista es una misión exigente, que requiere formación continua y adaptación a los nuevos tiempos, “un buen catequista no se quedó con el catecismo del padre Ripalda.

Un buen catequista averigua cómo transmitir hoy la fe”, dijo, resaltando la importancia de conocer el lenguaje y la visión de mundo de las nuevas generaciones, especialmente en una era marcada por lo digital.

Retomando palabras recientes del Papa, el obispo presentó tres grandes tareas para los cristianos en el mundo actual: la construcción de la paz, la defensa de la familia y el testimonio de la verdad, “No una paz sin adjetivo sino una paz substantivada en la justicia.

La segunda tarea que nos ha dejado es la familia, todo empieza y todo termina en la familia. Y la verdad en la vida, la verdad no es una palabra meramente, la verdad es una persona, es Jesucristo.”

Finalmente, el obispo agradeció a los sacerdotes, catequistas y agentes de pastoral que hacen posible que la Iglesia siga siendo un espacio de encuentro y transformación.