Por Adrián Gerardo Rodríguez Sánchez*

Adrián Gerardo Rodríguez Sánchez
A FALTA de material documental que “nos llene la pupila” de veracidad, seguiremos tomando el sendero de las pistas y los indicios, para acotar las fechas posibles en que fuera plantado “el Árbol de la Libertad” en la plaza principal de Aguascalientes.
SI MANTENEMOS nuestra atención en el ámbito del lenguaje de la época, aparece otro concepto: “los soldados de la libertad”. Recordemos que Ezequiel A. Chávez, en su libro Senderos de Antaño. Derroteros de ogaño, refiere que el dichoso árbol fue plantado cuando triunfaron los “soldados de libertad”, “después de grandes guerras contra los que no querían que todo el mundo fuera libre”.
EL CONCEPTO exacto de “soldados de la libertad” no aparece en el vocabulario de aquel entonces en México. Lo que hemos hallado son nociones afines. Veamos, por ejemplo: el cuerpo militar encabezado por el General Juan Álvarez en 1854, durante la Revolución de Ayutla, se llamó “Ejército Restaurador de la Libertad”.
SE TIENE también conocimiento que en un discurso manifestado en Jalisco, en marzo de 1858, en plena Guerra de Reforma, el presidente Benito Juárez se refirió a las tropas liberales como “Soldados del pueblo, amigos de la libertad”. En otra ocasión, cuando el ejército liberal (específicamente el Ejército de Oriente) derrotó al ejército francés un 5 de mayo de 1862, el secretario de Guerra del gobierno mexicano, el general Miguel Blanco, felicitó a los soldados en estos términos: “¡Bravo, valiente general en jefe y todos sus dignos compañeros! ¡Bien, soldados de la libertad y del progreso!”.
CON ESTOS pequeños indicios podemos llegar a una mínima conclusión: en el lenguaje de la época, específicamente entre los integrantes del bando liberal, era común asociar al ejército republicano con “la libertad”, ya sea durante la Revolución de Ayutla, la Guerra de Reforma o la Intervención francesa. En este sentido, resulta realmente esclarecedor el hallazgo de otra pista:
EL 15 DE junio de 1860 se libró una batalla trascendente de la Guerra de Reforma, cerca de la hacienda de Peñuelas, en el Estado de Aguascalientes. El general liberal Jesús González Ortega, derrotó en este lugar a las fuerzas conservadoras, cerrando por completo su paso hacia el norte del país y haciéndolas retroceder. En la batalla participaron las fuerzas militares de Aguascalientes conocidas como “Lanceros”. El gobernador interino de Aguascalientes, Esteban Ávila, felicitó a las tropas con un discurso que comenzaba: “Soldados de la libertad, el día de ayer habéis alcanzado en unión con vuestros hermanos de Zacatecas…”
ES RELEVANTE el dato, porque como lo mencionamos en la tercera parte de nuestra investigación, fue Esteban Ávila cabecilla de “Los rojos” de Aguascalientes, de los liberales radicales. En su periodo como gobernador interino, entre otros cambios, se reformó la Constitución local, inclinando su contenido hacia el “jacobinismo francés”, cultura de donde viene la tradición del “Árbol de la Libertad”.
“LOS SOLDADOS de la libertad” que refiere Ezequiel A. Chávez en sus recuerdos, ¿serán los mismos que Esteban Ávila felicitó por su triunfo contra las fuerzas conservadoras en junio de 1860? ¿La plantación de un “Árbol de la Libertad” habrá sido una de las tantas iniciativas que el gobernador “rojo” de Aguascalientes, llevó a cabo para apegarse a la nueva cultura política emanada de las Leyes de Reforma (1860-1862)?
ESBOZAREMOS ALGUNAS respuestas a estas preguntas en nuestra próxima entrega para Página 24.
*Historiador y exdelegado de la SEP en Aguascalientes.