Emilia Pesci y el Asesinato y Posterior Suicidio de Óscar:

Por Nallely de León Montellano

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Emilia Pesci Martínez, integrante del Movimiento Feminista de Zacatecas (Foto: Diana Moreno Valtierra)

Tras el feminicidio de Miriam, ocurrido hace unos días en la comunidad de Benito Juárez, Emilia Pesci Martínez, integrante del Movimiento Feminista de Zacatecas, denunció la normalización social de la violencia feminicida y criticó el discurso que intenta justificar el crimen bajo el argumento de una presunta afectación de salud mental por parte del agresor.

El agresor, que identificado como Óscar, era su pareja sentimental y, tras asesinarla, se suicidó. Ante este hecho, Emilia Pesci Martínez, integrante del Movimiento Feminista de Zacatecas, emitió un posicionamiento en el que condenó no solo el crimen, sino también la reacción social que lo siguió. En redes sociales, dijo, comenzaron a circular mensajes que justificaban o lamentaban la muerte del agresor, quien previamente informó en un video sus intenciones.

“Mientras muchas lamentamos la muerte de Miriam, otras personas se enfocaron en justificar o incluso victimizar al feminicida. Esa reacción sólo confirma lo que desde el feminismo se ha denunciado insistentemente: vivimos en una sociedad que normaliza la violencia machista”, expresó Pesci.

En su pronunciamiento, criticó que las autoridades y medios hayan atribuido el crimen a problemas de salud mental, lo cual consideró una narrativa peligrosa y revictimizante.

Recordó que durante años los feminicidios fueron minimizados como “crímenes pasionales”, y que actualmente, señalar un “trastorno” como detonante busca  despolitizar el fenómeno.

“La salud mental es importante, pero no puede ser usada como justificación. Las mujeres también enfrentan estrés, violencia y falta de acceso a atención psicológica, y no por ello matan a sus parejas. El feminicidio no es producto de un impulso: es un acto de poder, control y misoginia”, afirmó.

Pesci Martínez también señaló que este caso no es aislado ni excepcional. Recordó que en municipios como Fresnillo, Guadalupe o Valparaíso se han documentado múltiples feminicidios que, con frecuencia, no se investigan con perspectiva de género y se atribuyen al crimen organizado, lo que impide visibilizar la raíz patriarcal de estos actos.

“Cuando se oculta el componente de género en estos crímenes, se impide el análisis político de la violencia, se invisibiliza el machismo estructural y se niega justicia a las víctimas”, lamentó. El caso de Miriam, explicó, fue premeditado. Óscar dejó evidencia de sus intenciones, lo que demuestra una voluntad de control sobre la vida de su pareja.

“Planeó el asesinato y buscó dejar su versión para justificarse. Lo hizo porque creía que se le debía sumisión y encontró eco en quienes lo defienden”, agregó.

Por último, cuestionó la responsabilidad del Estado, señalando que la violencia de género no es un asunto privado, como aún sostienen algunos actores políticos.

“Ni para donde hacerse, justo escuché a un político decir que la violencia de género no era responsabilidad del Estado porque sucede en las casas; no tienen ni idea. Hijos sanos del patriarcado”.