“Para Crecimiento Personal y Espiritual”

Por Nallely de León Montellano

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Durante la misa dominical de este domingo, Sigifredo Noriega Barceló, obispo de la Diócesis de Zacatecas, hizo un llamado a la sociedad, en especial a las y los jóvenes estudiantes, a aprovechar el periodo vacacional de verano no sólo como un tiempo de descanso físico, sino como una oportunidad para el crecimiento personal y espiritual (Foto: Rocío Castro Alvarado)

Durante la misa dominical de este domingo, Sigifredo Noriega Barceló, obispo de la Diócesis de Zacatecas, hizo un llamado a la sociedad, en especial a las y los jóvenes estudiantes, a aprovechar el periodo vacacional de verano no sólo como un tiempo de descanso físico, sino como una oportunidad para el crecimiento personal y espiritual.

El obispo resaltó que el descanso después de la rutina y la fatiga es necesario, pero no debe limitarse a la inactividad, sino convertirse en un espacio para la reflexión y la renovación interior.

“El descanso después de la fatiga es necesario para serenarse, tranquilizarse, y esa tranquilidad debe llevarnos a reflexionar. Reflexionar para vivir con más sentido, con alegría y con dignidad”, expresó ante los fieles reunidos en la catedral. Noriega Barceló subrayó que las vacaciones cambian el ritmo habitual de la vida social y familiar, ya que favorecen la convivencia al interior de los hogares.

Sin embargo, advirtió que también pueden surgir desencuentros o tensiones entre los miembros de las familias, por lo que exhortó a practicar el diálogo como herramienta fundamental para fortalecer los vínculos y resolver diferencias de manera pacífica.

En su homilía, el obispo también reflexionó sobre los cambios culturales y sociales que enfrenta la humanidad en la actualidad, y consideró que estos procesos deben ser acompañados de una transformación interior.

“Todo cambia, y es importante aprender a mirar la vida con otros ojos. Ponerse de rodillas ante el Señor nos lleva a valorar cada momento, a tener otra visión del mundo, a vivir el encuentro con los demás como una oportunidad de cambio de vida”, señaló.

Dentro de su mensaje dominical, Noriega Barceló destacó la importancia de la hospitalidad, un valor que, reconoció, se ha debilitado en la sociedad moderna debido a la desconfianza y al miedo.

Invitó a las personas a recuperar esta práctica durante las vacaciones, no sólo recibiendo visitas, sino también buscando acercarse a quienes normalmente no se visita.

“Hagámoslo en estas vacaciones, visitemos a personas que ordinariamente no frecuentamos. Nuestra presencia puede hacer mucho bien a los demás”, sostuvo.

El obispo concluyó su mensaje compartiendo dos enseñanzas adicionales: el servicio y la contemplación. Señaló que en medio de la vida acelerada es necesario aprender a detenerse, a servir a los demás y a contemplar la vida misma.

“Ojalá que en este tiempo de vacaciones logremos hacer a un lado los torbellinos que nos envuelven y dediquemos un tiempo a la contemplación, a ver con otros ojos lo que realmente importa y a vivir con un corazón más abierto al servicio”, finalizó.