De 3 mil Pesos Cada dos Meses: Adilene Rosales

Por Nallely de León Montellano

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A partir del próximo 01 de agosto, miles de mujeres zacatecanas entre 60 y 64 años podrán iniciar un proceso que representa mucho más que un trámite: el acceso a una pensión que reconoce su historia de trabajo, esfuerzo y cuidado silencioso (Foto: Rocío Castro Alvarado)

A partir del próximo 01 de agosto, miles de mujeres zacatecanas entre 60 y 64 años podrán iniciar un proceso que representa mucho más que un trámite: el acceso a una pensión que reconoce su historia de trabajo, esfuerzo y cuidado silencioso.

Se trata del programa Pensión Mujeres Bienestar, impulsado por el Gobierno de México para saldar una deuda histórica con quienes, durante décadas, sostuvieron hogares y comunidades sin recibir a cambio una pensión formal. El apoyo económico será de 3 mil pesos cada dos meses, y se entregará de forma directa a través de una tarjeta del Banco del Bienestar, sin necesidad de gestores o intermediarios.

En conferencia de prensa, Adilene Rosales Romero, delegada de los Programas para el Bienestar en Zacatecas, detalló que el registro se realizará de lunes a sábado, entre las 10:00 y 16:00 horas, en los 65 módulos que se han instalado en los 58 municipios del estado.

Fresnillo, Guadalupe y Zacatecas capital concentran la mayor cantidad de sedes para facilitar el acceso. El calendario de registro será progresivo, comenzando el 1 de agosto con los apellidos que inicien con las letras S, T, U, V, W, X, Y y Z, mientras que, el 2 de agosto podrán asistir mujeres con apellidos de cualquier letra, y a partir del 4 de agosto, el proceso continuará por orden alfabético.

Una vez finalizado el registro, las tarjetas comenzarán a distribuirse en septiembre, y el primer pago se entregará en noviembre. Toda la información puede consultarse en el sitio web oficial: gob.mx/bienestar. Más allá del monto económico, este programa representa un acto de justicia y dignificación.

Muchas de las mujeres que accederán al apoyo han dedicado su vida a labores no remuneradas o empleos informales, invisibles en los sistemas tradicionales de seguridad social. Hoy, con esta pensión, se abre una nueva etapa: una vejez con mayor estabilidad y reconocimiento.