La Percepción no Disminuye la Violencia: Emilia Pesci

Por Nallely de León

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Emilia Pesci Martínez (Foto: Nallely de León)

Zacatecas y Fresnillo salieron, por primera vez en varios años, de los primeros cinco lugares con mayor percepción de inseguridad a nivel nacional, de acuerdo con los resultados del segundo trimestre de 2025 de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), aunque ese mismo día se cometieron cinco asesinatos en territorio zacatecano.

Este cambio representa una tendencia a la baja en la percepción de inseguridad entre la población de ambas demarcaciones, que durante casi un lustro encabezaron las cifras más altas en este rubro.

En diciembre de 2020, Fresnillo llegó a registrar un 94.8 por ciento de percepción negativa; para marzo de 2022, alcanzó su punto más alto con 97.1 por ciento.

Zacatecas capital, en ese mismo año, también superó el 90 por ciento. Sin embargo, pese a lo que podría interpretarse como un avance, distintas voces han señalado que la percepción no debe asumirse como sinónimo de disminución en la violencia o de mejora estructural en la seguridad pública.

La activista Emilia Pesci Martínez advirtió que estos datos, aunque relevantes, no reflejan de manera integral las condiciones reales de seguridad, ya que únicamente representan una interpretación subjetiva de la ciudadanía.

“La percepción de inseguridad no es una medición directa de la incidencia delictiva ni de las formas estructurales de violencia que persisten en muchas comunidades”, señaló.

Cuestionó también el uso político de estas cifras, luego de que el gobierno estatal destacara los resultados del ENSU como parte de los logros en materia de pacificación y regeneración del tejido social. Para la defensora de derechos humanos, este enfoque resulta limitado y puede invisibilizar problemáticas más profundas.

“Las mediciones de percepción tienen un sesgo importante porque no consideran las diferencias por edad, género, orientación sexual u otras condiciones que atraviesan a las personas. Esta generalización reproduce desigualdades y no permite desarrollar políticas públicas realmente efectivas para poblaciones históricamente discriminadas”, indicó.

“Los discursos triunfalistas buscan incidir en la estadística electoral pero no en la estadística de seguridad pública, porque la política hoy en día tiene como principal fin ganar elecciones y no mejorar las condiciones de la población”, concluyó.