Recursos, Insuficientes: Norma Castorena

Por Nallely de León Montellano

Imagen relativa a la nota.

Norma Castorena Berrelleza, secretaria general de la Sección 39 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSA) (Fotos: Rocío Castro Alvarado)

Aunque la visita de la presidenta Claudia Sheinbaum trajo consigo el anuncio de una inversión histórica para el sector salud en Zacatecas —con 621 millones de pesos destinados de forma inmediata a equipamiento médico y mil millones adicionales para la construcción de nuevas unidades hospitalarias, como el Hospital de Especialidades del IMSS en Guadalupe, el Hospital General en Jalpa y la renovación de tres hospitales comunitarios—, la dirigencia sindical advirtió que los retos estructurales siguen siendo profundos.

Norma Castorena Berrelleza, secretaria general de la Sección 39 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSA), reconoció la relevancia del anuncio, pero advirtió que los recursos podrían resultar insuficientes si no se parte de un diagnóstico técnico y realista sobre el estado de las unidades médicas en Zacatecas.

“Muchas instalaciones están operando con equipos que ya cumplieron su vida útil, y la mayoría presenta graves deficiencias en infraestructura, mantenimiento e insumos”, señaló.

Castorena Berrelleza enfatizó que, además del deterioro físico, el desabasto de medicamentos y material de curación sigue siendo una constante, lo que obliga a pacientes a adquirir por su cuenta desde tratamientos básicos hasta artículos como pañales o analgésicos.

“La distribución de medicamentos ha sido fallida. La población continúa costeando gran parte de su atención, y eso no puede seguir ocurriendo”, dijo. Uno de los déficits más urgentes, añadió, es el de personal.

El sindicato estima que se requieren al menos 350 enfermeras adicionales para operar con normalidad en hospitales clave como el Hospital General de Zacatecas, el de Fresnillo y el de la Mujer.

También hay escasez de especialistas —pediatras, ginecólogos, anestesiólogos— y de personal en áreas como trabajo social, laboratorios y servicios de alimentación hospitalaria.

Actualmente, la dirigente se encuentra en la Ciudad de México gestionando con autoridades federales la garantía de derechos laborales para los trabajadores que serán transferidos al nuevo sistema IMSS-Bienestar.

Advirtió que, de no resolverse aspectos pendientes como prestaciones, plazas y profesionalización del personal, la transición podría colapsar.

“En la primera etapa subieron mil 600 trabajadores y ya ha habido complicaciones. Ahora se sumarán cuatro mil más, y no podemos repetir los mismos errores”, señaló.

También denunció el retraso en el pago del Programa Estatal de Profesionalización de Enfermería y Trabajo Social, correspondiente a 100 enfermeras y 12 trabajadoras sociales, cuyo pago debió realizarse desde mayo y sigue pendiente.

Sobre la instalación del equipo de braquiterapia para tratamiento oncológico —uno de los anuncios destacados de la visita presidencial—, Castorena Berrelleza dijo que aún no entrará en operación, pues está pendiente la fuente de radiación y los permisos de Cofepris.

Asimismo, expresó preocupación por la falta de condiciones laborales equitativas entre personal sindicalizado y quienes ocupan nuevas plazas, especialmente en áreas de riesgo como esta.

Finalmente, la lideresa sindical hizo un llamado a las autoridades a traducir los anuncios en acciones concretas.

“Los trabajadores estamos desanimados. Hemos protestado, hemos marchado, hemos exigido… pero las soluciones llegan a cuentagotas. Pedimos condiciones dignas para trabajar y que se respete lo que nos hemos ganado. Como dice el dicho: hechos son amores y no buenas razones”, concluyó.