“El Turismo fue Escaso”
Por Miguel Alvarado Valle

Gloria Rodríguez, quien desde hace ya cuatro años mantiene su puesto de artesanías en el Callejón de la Palma, aseguro que la edición 2025 del Festival del Folclor ha sido la peor en cuanto a ventas desde que comenzó a participar (Foto: Rocio Castro Alvarado)
Gloria Rodríguez, quien desde hace ya cuatro años mantiene su puesto de artesanías en el Callejón de la Palma, aseguro que la edición 2025 del Festival del Folclor ha sido la peor en cuanto a ventas desde que comenzó a participar.
A pesar de las expectativas que suelen acompañar a esta celebración cultural, indicó que este año fue muy diferente ya que la afluencia turística fue escasa y las ventas se desplomaron notablemente. “Los otros años en el folclore nos iba más o menos, y este año yo creo que fue el peor de todos”, afirma con preocupación.
Indicó que su jornada comienza desde las 10:00 de la mañana y se extiende hasta las 9:00 o 10:00 de la noche, pero la circulación de personas no se compara con la de años anteriores.
Gloria describió el panorama como desolador y preocupante, puesto que percibió calles vacías, pocos compradores y una clientela prácticamente ausente, “Vea ahorita la calle cómo está, no hay nada”, comentó.
Mencionó que aunque productos como los sarapes y los ponchos suelen despertar interés en la temporada de frío, en los pasados días logró vender algunos, “Ha hecho poquito frío y sí he vendido unos cuantos, pero no muchos”.
El testimonio de Gloria se suma al sentir de otros artesanos de la zona que también han resentido la falta de visitantes en esta temporada. Entre los artículos más demandados señaló que están los sombreros, sarapes y rebozos, trabajo que ella misma realiza de forma parcial, ya que algunos artículos son surtidos por terceros.
En otro orden de ideas, Gloria enfatizo que su conexión con el arte textil nace desde la infancia, ya que su abuela, se dedicaba al deshilado de rebozos y la sentaba a su lado después de la escuela para enseñarle con paciencia la técnica.
Años después, uno de sus primos comenzó a fabricar rebozos y esa memoria se reactivó en ella, impulsándola a dedicarse nuevamente a esta labor.
Finalmente hizo una invitación al público en general, tanto local como foráneo, para que visiten el Callejón de la Palma, “Aquí estamos todo el año. Somos artesanos de aquí y trabajamos con mucho esfuerzo. Cuando busquen algo, vengan con con- fianza”.