“No los Queremos en la UAZ, son un Agravio”

Por Nallely de León Montellano

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Recordaron que la noticia provocó indignación y movilización estudiantil en demanda de su destitución, con la finalidad de proteger los derechos de niñas, niños y adolescentes

Integrantes de la comunidad universitaria exigieron que se retiren de todo espacio de decisión en la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) a quienes defendieron públicamente al exrector Rubén de Jesús Ibarra Reyes, acusado y sentenciado por abuso sexual agravado contra una menor de edad.

En un posicionamiento difundido este jueves, señalaron que, aunque Ibarra Reyes fue beneficiado con medidas legales que le permitieron enfrentar en libertad el proceso judicial, su condena representa un agravio para la institución y para la comunidad universitaria.

Recordaron que la noticia provocó indignación y movilización estudiantil en demanda de su destitución, con la finalidad de proteger los derechos de niñas, niños y adolescentes.

De acuerdo con el pronunciamiento, la exigencia actual no solo es contra el exrector, sino también contra quienes lo respaldaron en su momento, a quienes calificaron de haber actuado en contra de la ética universitaria y de la ley de protección a menores.

“Ese comportamiento los convierte en individuos propensos a la violencia y al agravio en la convivencia cotidiana con estudiantes”, advirtieron. Como ejemplo, denunciaron que Rubén Ibarra Escobedo, profesor de la Unidad Académica de Ciencias Sociales y padre del exrector, junto con otros docentes, actuó de manera arbitraria al retirar becas del SECIHTI a cuatro estudiantes que participaron en el movimiento estudiantil que exigió la rescisión del entonces rector.

Estas acciones, recalcaron, vulneran el derecho a la protesta legítima dentro de la universidad. El documento también está dirigido a las autoridades actuales y entrantes de la UAZ: Armando Flores de la Torre, rector en funciones, y Ángel Román Gutiérrez, rector electo.

A ambos les recordaron su obligación de garantizar un espacio libre de violencia y de respeto a los derechos humanos, retirando de puestos administrativos a quienes —afirmaron— “por conductas impúdicas e inmorales se convierten en un peligro para el funcionamiento de la institución”.

Los firmantes concluyeron que estarán atentos a las acciones que realicen las autoridades universitarias para responder a estas demandas y garantizar un ambiente de convivencia seguro y ético en la máxima casa de estudios del estado.