Caso Presa Milpillas y FSSP

Por Nallely de León Montellano

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Integrantes del Frente Social por la Soberanía Popular (FSSP) fijaron postura este día en torno al proyecto de la presa Milpillas y el acueducto que pretende llevar agua al
corredor Fresnillo–Guadalupe (Fotos: Rocío Castro Alvarado)

Integrantes del Frente Social por la Soberanía Popular (FSSP) fijaron postura este día en torno al proyecto de la presa Milpillas y el acueducto que pretende llevar agua al corredor Fresnillo–Guadalupe. En rueda de prensa, señalaron que la iniciativa, concebida desde 2015 durante los gobiernos de Enrique Peña Nieto y Miguel Alonso Reyes, representa un “proyecto transexenal” marcado por la corrupción, la imposición y la falta de consulta a los ejidatarios.

El FSSP recordó que la presidenta Claudia Sheinbaum declaró en abril pasado que la obra no se realizará sin consenso con las comunidades, compromiso que consideraron fundamental. Sin embargo, denunciaron que los gobiernos estatal y municipales han intentado intimidar y dividir a los pobladores de Jiménez del Teul, principal zona afectada.

De acuerdo con los integrantes del frente, el financiamiento de la presa provendría en un 49% del Fondo Nacional de Infraestructura y en un 51% de una asociación público- privada con una concesión de 25 años, lo que, advirtieron, implicará el encarecimiento del agua y beneficios extraordinarios para la empresa que obtenga el contrato.

Los voceros también denunciaron irregularidades en la fase inicial del proyecto, como facturas falsas por trabajos no realizados, compras adelantadas de miles de toneladas de materiales nunca entregados y adquisición de terrenos aledaños por parte de funcionarios estatales.

“Este proyecto no resuelve la sobreexplotación de los acuíferos, solo beneficiará a empresas privadas y dejará a la población con más deudas y menos agua”, afirmaron.

Citaron cifras de la propia Secretaría de Agua y Medio Ambiente (SAMA), que señalan que los acuíferos de la región centro de Zacatecas presentan un déficit anual de 261 millones de metros cúbicos, mientras que la presa Milpillas aportaría solo 41 millones.

“Se necesitarían más de cinco presas como esta para cubrir el déficit actual”, advirtieron, subrayando que el 89% de los usuarios carecen de medidores, lo que agrava la falta de control sobre las extracciones. El frente insistió en que el verdadero problema del agua en Zacatecas radica en la agricultura, que consume hasta 90% del recurso. Propusieron alternativas como la tecnificación del riego y la purificación de aguas residuales, acciones que —dijeron— permitirían una recarga real de los mantos acuíferos. Finalmente, los integrantes del FSSP llamaron a la presidenta Sheinbaum a no avalar un proyecto que calificaron de “neoliberal y privatizador”, y a abrir un proceso de consulta real con las comunidades.

“El manejo del agua en Zacatecas requiere cambios radicales, no megaproyectos que reproducen corrupción e ineficiencia”, concluyeron.