Organizado por Mar Gutiérrez
Por Nallely de León Montellano | Fotos: Diana Moreno Valtierra

Mar Gutiérrez
Entre mesas, manteles rosas y una variedad de productos hechos a mano, el bazar “Rosa Marte” se ha consolidado en pocos meses como un espacio de impulso para pequeños emprendimientos locales, muchos de ellos encabezados por jóvenes que buscan generar ingresos alternos sin acceso a un local comercial formal.
Mar Gutiérrez, organizadora del proyecto junto con Daniela —ambas emprendedoras zacatecanas— explicó que este bazar nació hace apenas cinco meses y cada sábado reúne entre 20 y 25 proyectos distintos, la mayoría iniciados por personas que llevan apenas semanas intentando posicionar sus marcas.
“Aquí participan desde quienes venden joyería artesanal hasta quienes traen productos de impresión 3D, postres, velas o café. La idea es que encuentren un espacio para mostrarse sin los costos que implica rentar un local”, comentó.
El bazar funciona de manera independiente: no recibe apoyos institucionales, pero cuenta con los permisos correspondientes del ayuntamiento, por los cuales pagan cuota por uso de espacio. Los emprendedores llevan su propio mobiliario, aunque la organización ofrece renta accesible para quienes aún no pueden costear mesas o exhibidores.
Más que un mercado, Rosa Marte se plantea como una red de acompañamiento entre emprendedores emergentes, muchos de ellos estudiantes que utilizan las ganancias para solventar gastos escolares o complementar ingresos familiares.

El bazar “Rosa Marte”
Desde una perspectiva social, el espacio representa una alternativa frente a la precariedad laboral y los altos costos del comercio formal. Mar narra el caso de una joven que comenzó vendiendo donas en bazares y hoy tiene un local de comida coreana en el Centro Histórico.
“Eso te demuestra que los bazares no son un pasatiempo, son un punto de partida para construir negocios reales”, afirma.
La organizadora enfatiza que el objetivo no es solo vender, sino aprender a sostener un proyecto.
“Muchos jóvenes tienen buenas ideas, pero desconocen sus costos, no saben cómo dar precio a su trabajo o cómo comunicarlo. Aquí también tratamos de orientarles y les apoyamos con difusión en redes, videos y visibilidad”, explicó.
El bazar abre cada sábado de 11 de la mañana a 7 de la tarde. Además de la venta, se organizan actividades abiertas como talleres de pintura, juegos de mesa y próximamente concursos y cine al aire libre para el Día de Muertos. La invitación es abierta para quienes quieran emprender sin miedo: “Que lo hagan por gusto, no solo por dinero, y que tengan paciencia. No es fácil, pero estos espacios son para aprender, equivocarse y crecer”, dice Mar.
Rosa Marte se ha convertido así en un pequeño ecosistema de economía comunitaria donde el talento local se convierte en una alternativa real de ingreso, especialmente para quienes tradicionalmente quedan fuera del mercado formal.
