“Podría Entrar en Vigor el Próximo año”

Por Nallely de León Montellano

Imagen relativa a la nota.

Patricia Mercado (Foto: Diana Moreno Valtierra)

La propuesta para reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales avanza en el Congreso de la Unión y podría entrar en vigor el próximo año, lo que representaría un cambio significativo en la vida de millones de personas trabajadoras en México, uno de los países donde más horas se labora y menos tiempo se descansa.

De visita en Zacatecas, la diputada federal emecista Patricia Mercado señaló que esta reforma no solo busca ajustar un número en la ley, sino transformar la relación entre trabajo y vida cotidiana.

“No se trata de trabajar menos, sino de vivir mejor”, dijo, al señalar que miles de trabajadores pasan su vida entre traslados, largas jornadas y empleos que dejan poco espacio para la familia, la salud o el descanso.

La legisladora advirtió que la falta de tiempo libre afecta directamente el bienestar emocional y físico de la clase trabajadora.

Enfermedades crónicas, estrés y desgaste mental son parte de una realidad que, dijo, se normalizó bajo la idea de que “quien trabaja mucho, vale más”, cuando en los hechos se sostiene una economía que no devuelve en calidad de vida el esfuerzo que recibe.

Organizaciones laborales y colectivos ciudadanos han insistido en que esta reforma debe entenderse como una reivindicación social, y no solo como una modificación administrativa.  La iniciativa coincide con una discusión más amplia sobre el derecho al descanso, la salud mental y la corresponsabilidad familiar.

Desde lo local, representantes de Movimiento Ciudadano en Zacatecas aseguraron que acompañarán la armonización de esta medida para que no quede solo en el plano federal.  Por su parte, la diputada local Ana María Romo Fonseca señaló que será necesario que las leyes estatales y los reglamentos laborales se adapten para garantizar su cumplimiento real y evitar que quede sujeta a interpretaciones patronales.  También hicieron un llamado al sector empresarial a prepararse con anticipación.

Los asistentes coincidieron en que la productividad no tiene por qué estar peleada con el bienestar, y que una jornada más humana puede abrir oportunidades para una relación laboral más justa y menos desgastante.