Municipio Promete Solucionar el Problema
Por Manuel Domínguez Caldera
El tema de la actividad comercial de los denominados ambulantes o semifijos ha sido recurrente a través de las administraciones locales en la capital, por lo que una de las zonas de mayor concentración es la antigua calle Ventura Salazar, hoy pasaje peatonal de la Plaza Bicentenario.
Cabe recordar que si bien en los últimos años se ha incrementado el número de puestos y locales improvisados, en un principio el problema sólo se enfocaba en los propios locatarios que sacaban su mercancía varios metros frente a sus espacios.
En el caso de las autoridades locales actuales, a cargo de Jorge Miranda Castro, comentaron recientemente para Página 24 Zacatecas y otros medios de comunicación, que valorarán la situación para no afectar al comercio y las fuentes de ingresos económicos de las familias.
Sin embargo, acotó el alcalde que realizarán un plan estratégico para regular el comercio, sobre todo para cuidar el nombramiento de Patrimonio Cultural de la Humanidad, así como los propios planes municipales de desarrollo, economía y comercio, entre otros.
No obstante, actualmente la Plaza Bicentenario se aglomera y cada vez se utilizan más los espacios, ya sea al lado de las jardineras o en la misma plaza, ya que se colocan puestos de venta desde ropa, bolsos y accesorios, así como comida, frituras y bebidas; sin dejar de mencionar los locales que venden juguetes o productos importados, o bien quienes aprovecharon los recientes festejos para vender algunos objetos para regalos o prendas con motivos navideños, entre otros.
Muchos de estos comerciantes estaban colocados en otras plazas o vialidades del Centro Histórico, sin embargo tras las recientes remodelaciones en calles y callejones, el propio ayuntamiento les desplazó hacia la Plaza Bicentenario, donde han encontrado una mayor afluencia de peatones que transbordan los autobuses urbanos y suburbanos que conectan la zona conurbada.
Asimismo, dichos locatarios continúan pagando las cuotas o “plazas” que establecen las autoridades locales, por lo que también piden respeto a su forma de ganarse la vida, sobre todo porque no se les brindan oportunidades ni espacios para mejorar sus comercios o empresas.
Por lo que muchos prefieren ser parte del sector semifijo para no pagar las rentas, servicios e impuestos que supone el comercio establecido, lo que ha convertido ese espacio en un “zoco árabe”.
Mientras que el caso de los comerciantes fijos que se ubican en el mismo pasaje peatonal, también han manifestado su descontento ante el aumento de puestos ambulantes; pero ante la falta de reacción de las autoridades, sólo optan por continuar sacando sus mercancías para lograr competir con el resto de los locales y puestos.
Sin tomar en cuenta que entre ambos sectores reducen la movilidad de los peatones que utilizan el pasaje para trasladarse al Centro Histórico, o bien a sus hogares, lugares de trabajo o estudio.