“La Inseguridad, Salud y Educación los Principales Desafíos”

Por Miguel Alvarado Valle

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Sigifredo Noriega Barceló (Fotos: Rocío Castro Alvarado)

En entrevista para Página 24 Zacatecas, el obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, opinó que la llegada de la nueva presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, representa un inicio esperanzador, aunque reconoce que los problemas que enfrenta el país no se resolverán en un sexenio.

Según su perspectiva, a la nueva presidenta le corresponde construir bases sólidas para enfrentar los retos más apremiantes, especialmente la seguridad, la cual sigue siendo una de las principales preocupaciones en el contexto nacional y local.

“Una tercera parte del país según la Administración de Control de Drogas (DEA) está tomada por los grupos delincuenciales, pero para eso, a mi forma de ver se tiene que tomar otro tipo de acciones para cambiar la situación”, comentó.

Enfatizó que es esencial mejorar o si es necesario cambiar las estrategias actuales de seguridad, haciendo un uso más efectivo de la inteligencia militar y colaborando estrechamente con las autoridades locales. Señaló que sin avances significativos en este ámbito, será difícil lograr mejoras en áreas clave como la educación, la salud y la economía.

Noriega Barceló, expresó que la paz es un requisito fundamental para el progreso, y esta no puede depender únicamente de las autoridades, sino que requiere la colaboración activa de la sociedad. Señaló que aunque la gente no puede tomar la justicia en sus propias manos, sí puede contribuir a la prevención y a la creación de un ambiente de paz.

Destacó que el liderazgo de Sheinbaum, debería estar enfocado en fortalecer estos lazos de colaboración entre la ciudadanía y el gobierno, “yo le deseo que le vaya bien a Claudia, porque si le va bien a ella, nos va bien a todos. En cuanto a su relación con la iglesia, ella ha estado atenta con las autoridades eclesiásticas”.

En relación con Zacatecas, Noriega Barceló identificó la inseguridad como el principal desafío que enfrenta el estado, resaltando que aunque reconoce algunos avances, insiste en que queda mucho por hacer. Relató que en su reciente visita a Villanueva, observó que los habitantes han aprendido a convivir con el miedo y la violencia, lo que genera una carga emocional considerable.

Apuntó que la violencia y la presencia de grupos criminales siguen afectando gravemente la vida cotidiana en muchas partes de Zacatecas, por lo que considera urgente seguir trabajando en soluciones más efectivas.

Además de la inseguridad, el obispo señaló que otro de los rubros que se deben de atender es el sistema de salud, debido a la carencia de medicamentos, así como también expresó la importancia de mejorar la educación, especialmente después de los efectos negativos que dejó la pandemia de COVID-19.