“Esa es la Misión”, Recordó
Por Miguel Alvarado Valle
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El obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, durante la misa dominical enfatizó que continúa con su labor pastoral recorriendo las diferentes comunidades que conforman la diócesis (Foto: Rocío Castro Alvarado)
El obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, durante la misa dominical enfatizó que continúa con su labor pastoral recorriendo las diferentes comunidades que conforman la diócesis.
“Nuestra diócesis está organizada en 6 regiones o zonas pastorales y cada una tiene 2 o 3 decanatos y cada decanato tiene mínimo 6 parroquias. Hemos iniciado la cuarta zona pastoral que abarca 3 decanatos”.
Mencionó que en las próximas semanas acudiran al decanato de Colotlán y Tlaltenango, visitando las parroquias que se encuentran más al sur de la diócesis, resaltando la importancia sobre la vocación, la misión de cada cristiano y el papel de la fe en la vida de las comunidades.
Asimismo destacó que estas visitas no son sólo una obligación, sino un gozo y una oportunidad de fortalecer los lazos entre la iglesia y los fieles, “sale la gente, la visita del obispo es fiesta pero es una fiesta muy larga, de dos días en cada parroquia, es una gran experiencia”.
En su mensaje, el obispo resaltó la relevancia de la vocación y cómo esta surge en cada persona de manera distinta, explicando que, al igual que en la historia de los profetas y apóstoles, Dios llama a los creyentes a cumplir una misión, sin importar sus debilidades o pecados.
Citando a Isaías, recordó que la respuesta al llamado de Dios debe ser siempre de entrega y disposición, tal como se expresa en la frase bíblica: “Aquí estoy, envíame”.
En este sentido, destacó que la vocación no es exclusiva de sacerdotes o religiosos, sino que todo bautizado tiene un papel dentro de la comunidad cristiana, “estamos diseñados para llevar la salvación de Dios a otras personas, esa es la misión”.
El prelado enfatizó la importancia de la fe transmitida de generación en generación, especialmente en comunidades con una fuerte herencia religiosa como Tepechitlan.
Durante su visita a algunas comunidades, comentó que también tuvo la oportunidad de convivir con jóvenes, quienes le han preguntado cómo supo que estaba llamado a ser sacerdote y obispo, reflejando su interés por la vocación religiosa y el sentido de misión en sus propias vidas.
Finalmente el obispo insistió en que la vocación y la misión cristiana no deben ser limitadas por las circunstancias personales, recordando que figuras importantes en la historia del cristianismo, enfrentaron dificultades y errores en su vida, pero fueron llamados a una transformación profunda a través de la fe.