“Sábado de Vigilia y Luto”
Por Nallely de León Montellano

En Zacatecas capital, la vigilia se llevó a cabo en la Plaza Goitia; los presentes hicieron un minuto de silencio en honor a las víctimas, además, colocaron veladoras y prendas de calzado, así como fotografías de quienes aún no han podido regresar a casa (Foto: Diana Moreno Valtierra)
Tras el hallazgo de un campo de exterminio en el rancho Izaguirre de Teuchitlán, Jalisco, colectivos de madres buscadoras de Jerez, Fresnillo y Zacatecas se unieron a la vigilia y luto nacional por las víctimas y sus familiares.
En la capital del estado, la vigilia se llevó a cabo en la Plaza Goitia, donde los presentes hicieron un minuto de silencio en honor a las víctimas, además, colocaron veladoras y prendas de calzado, así como fotografías de quienes aún no han podido regresar a casa.
De igual manera, colocaron lonas con cédulas de búsqueda impresas de cientos de personas desaparecidas así como el tejido de rafia roja que domingo a domingo realizan integrantes de la organización Sangre de mi Sangre como forma de protesta ante la creciente cifra de personas desaparecidas en Zacatecas y el país.
Durante un poco más de dos horas los presentes hicieron oración guiada por un grupo de madres del convento, quienes pidieron por las víctimas y el cese del sufrimiento de sus familiares.
Apoyados de una bocina, musicalizaron la acción con melodías alusivas a la búsqueda de personas y el deseo de las familias buscadoras de volver a abrazar a sus seres queridos.
Con lágrimas en los ojos los padres de Perla Yajaira Santiago Balvaneda, joven de 22 años quien desapareció desde el 22 de febrero del 2024, presenciaron el acto y se unieron a las plegarias para encontrar a su hija sana y salva.
Al igual que ellos, se pudo apreciar la presencia de madres, padres, hermanas, hermanos, amigos e hijos de quienes día con día buscan incansablemente a sus seres queridos, demostrando en acciones como esta, que cada día es una nueva esperanza para encontrarles.
Ante ello, también se pudo apreciar la solidaridad de las personas que transitaban por el lugar, por ellos se respiraba un ambiente de apoyo sensibilidad hacia el dolor de las víctimas de estos atroces crímenes.
Al terminar el acto, algunas personas se abrazaron para para darse consuelo unos a otros sin contener el llanto por el recuerdo de las personas que no han vuelto a ver.