Llama a no Quedarse Pasivos
Por Miguel Alvarado Valle

El obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, reflexionó sobre el sentido de la esperanza en la cuaresma durante la eucaristía del segundo domingo de este tiempo litúrgico (Foto: Rocío Castro Alvarado)
El obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, reflexionó sobre el sentido de la esperanza en la cuaresma durante la eucaristía del segundo domingo de este tiempo litúrgico. Inspirado en el mensaje del Papa Francisco, señaló que en el mundo actual prevalece la incertidumbre y la desconfianza, tanto a nivel global como en lo personal y social.
En este contexto, afirmó que la esperanza es la respuesta, pues permite enfrentar los miedos y encontrar soluciones en la fe. Durante su homilía, el obispo destacó la importancia de moverse y actuar en la búsqueda de esperanza, haciendo un llamado a los fieles a no quedarse pasivos, sino a emprender un camino de transformación.
Recordó que en el primer domingo de cuaresma se invitó a entrar al desierto como un ejercicio de introspección, mientras que en este segundo domingo la invitación es a subir a la montaña, un símbolo de acercamiento a Dios.
Tomando como referencia el pasaje de la transfiguración de Jesús, mencionó que la oración es clave en este proceso de renovación espiritual. Asimismo, Noriega Bareló resaltó tres lecciones que pueden extraerse de este evangelio para vivir la cuaresma y aplicarlas en la vida cotidiana.
La primera es que todo problema tiene solución cuando se afronta con fe y esperanza y advirtió que, si las personas eliminan a Dios de su vida, terminan en la desesperanza y el sufrimiento.
Por ello, enfatizó la importancia de abrir los ojos y no ahogarse en los problemas, sino buscar una respuesta a través de la reflexión y la mejora personal.
La segunda enseñanza se centra en la oración como medio de transformación, retomando la figura de Jesús en la montaña y recordó que, mientras oraba, su apariencia cambió y resplandeció.
Enfatizó que este acto de comunicación con Dios permite afrontar los momentos difíciles y recibir fortaleza para seguir adelante.
En Finalmente, el obispo planteó la tercera lección: que es la acción, ya que no basta con reconocer la importancia de la esperanza y la oración, sino que es necesario traducirlas en acciones concretas.