“Son unas Ollas de Barro”

Por Nallely de León Montellano

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Raquel Ciceley Toribio Rivas, titular de la Junta de Protección y Conservación de Monumentos y Zonas Típicas del Estado de Zacatecas, informó que luego de iniciados los primeros trabajos de rehabilitación de la escuela primaria Valentín Gómez Farías, encontraron unas vasijas del siglo XVII o XVIII acomodadas de una manera que en la actualidad se conocen como losa aligerada (Foto: Cortesía)

Raquel Ciceley Toribio Rivas, titular de la Junta de Protección y Conservación de Monumentos y Zonas Típicas del Estado de Zacatecas, informó que luego de iniciados los primeros trabajos de rehabilitación de la escuela primaria Valentín Gómez Farías, encontraron unas vasijas del siglo XVII o XVIII acomodadas de una manera que en la actualidad se conocen como losa aligerada.

“Son unas ollas de barro que tenían cierto acomodo que hieran huecos para que las losas de las bóvedas no tuvieran tanto peso, entonces es un sistema constructivo que se utilizaba para hacer más ligeras esas cubiertas y reconducir el agua pluvial”, explicó la funcionaria.

Mencionó que dicho relleno localizado y la bóveda en donde se encontraba, tenía problemas de humedad, por lo que decidieron retirarlo para conducir el agua y evitar provocar aún más humedad.

De igual manera, informó que, tras las excavaciones relacionadas con el estudio de mecánica de suelos, encontraron el féretro de madera de un infante, el cual pudiera estar ahí desde la época de los Juaninos quienes se dedicaban a la atención hospitalaria de las personas más necesitadas en los siglos XVI, XVII y XVIII.

Sin embargo, esta orden religiosa también conocida como la orden de San Juan de Dios “tuvieron templo, convento, hospital, escuela, camposanto, que en este tipo de inmuebles religiosos es muy normal encontrar este tipo de cosas, no es de extrañarnos encontrar ese tipo de cosas”.

Mencionó que no es conveniente excavar más, es decir, realizar el estudio de mecánica de suelos con el avance que llevan hasta el momento, ya que, continuar con las excavaciones podría implicar “un cuento de nunca acabar” por más posibles hallazgos.

Respecto al tratamiento que se les dará a los objetos localizados en el inmueble, comentó que la idea principal es conservarlos como parte de la historia del lugar y de ser posible resguardarlos en ese mismo edifi cio a través de una exposición con una fi cha técnica explicativa.

“Primero que se les dé un tratamiento porque duraron muchos años enterradas y si las sacas a la intemperie sí sufren daños, más porque tienen humedad, entonces estaremos monitoreando que no se vayan a desmoronar”.

En cuanto al féretro encontrado, dijo que lo ideal hubiera sido dejarlo en el mismo lugar donde lo encontraron, o bien, resguardarlo en alguna parte del edifi cio porque es ahí donde pertenece, sin embargo, una vez que fue sustraído, el procedimiento es documentar el hallazgo, así como realizar los estudios pertinentes en la Ciudad de México por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).