Hay que Valorar la Vida, la fe y la Familia: Obispo
Por Miguel Alvarado Valle

En el marco del Día del Padre, el obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, ofreció un mensaje durante la misa dominical, en el que destacó que la celebración va más allá de felicitar a los padres: es también una oportunidad para reconocer el valor de la vida y el papel fundamental de la familia (Fotos: Rocio Castro Alvarado)
En el marco del Día del Padre, el obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, ofreció un mensaje durante la misa dominical, en el que destacó que la celebración va más allá de felicitar a los padres: es también una oportunidad para reconocer el valor de la vida y el papel fundamental de la familia.
“No sólo es celebrar un hombre, es celebrar la vida misma de Dios en nosotros”, expresó durante su homilía, recordando que la invocación del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo es uno de los primeros aprendizajes que se transmiten en casa. El obispo hizo énfasis en que la gloria de Dios se maniesta en que el ser humano viva plenamente, enfatizando que lo que más ofende a Dios es que la persona sea disminuida en su dignidad.
“Hoy hablamos más de derechos, pero lo que está antes de los derechos es la dignidad de cada y de todo ser humano”, señaló.
Durante la celebración, el obispo abordó también el misterio de la Trinidad, explicando que no solo se trata de un concepto teórico, sino de una experiencia que transforma al creyente, “el cristiano va a crecer en la medida que viva la experiencia de Dios en su vida”, dijo.
Enfatizó que esta vivencia íntima se refleja también en la relación con los demás, especialmente en el vínculo entre padres e hijos, que consideró una manifestación del amor divino.
En este sentido, Noriega Barceló reivindicó la importancia de conservar el Día del Padre como un espacio de reconocimiento a esa relación esencial entre padres e hijos. Criticó que algunas ideologías busquen eliminar la celebración en ámbitos educativos, armando que hacerlo sería “negar la vida misma y esa relación necesaria”.
“Eso es ser padre, eso es ser hijo, implica esa relación paternal, esa relación filial. Es celebrar el misterio mismo del amor”, armó ante los asistentes.
Asimismo, el obispo alentó a que la celebración no se reduzca a gestos simbólicos o festivos, sino que sea una ocasión para profundizar en la comprensión del valor de la vida y del ser humano.
“Ser hijos es la primera y fundamental experiencia que tenemos en la vida. Nunca se va a acabar. La paternidad se irá compartiendo, se irá prolongando en los hijos”, sostuvo. Al concluir la misa, Noriega Barceló se acercó a los fieles y, en un gesto cercano y emotivo, cantó personalmente “Las Mañanitas” a los padres presentes, cerrando la celebración marcada por la reexión, la espiritualidad y el aprecio por la gura paterna en el seno familiar.