Invita a la Reflexión

Por Miguel Alvarado Valle

Imagen relativa a la nota.

Durante la celebración litúrgica por la Conmemoración de los Fieles Difuntos, el obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, dirigió un mensaje centrado en el sentido profundo de la vida y la muerte, recordando que esta fecha, coincidente en domingo, invita a la re􀃀exión y a fortalecer la esperanza en la vida eterna. (Foto: Rocio Castro Alvarado)

Durante la celebración litúrgica por la Conmemoración de los Fieles Difuntos, el obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, dirigió un mensaje centrado en el sentido profundo de la vida y la muerte, recordando que esta fecha, coincidente en domingo, invita a la re􀃀exión y a fortalecer la esperanza en la vida eterna.

Durante su homilía, el obispo re􀃀exionó sobre cómo la sociedad moderna ha ido desplazando la muerte del ámbito cotidiano, “no hay ningún ser humano que no tenga a alguien en el panteón, en todo el mundo, en todas las épocas, los muertos están ahí, es una realidad que no podemos ocultar”.

Explicó que, con la creación de funerarias y salas de velación, se ha perdido el sentido íntimo de morir en casa, de vivir y partir desde el hogar hacia la “casa del Padre, sería lo ideal”.

Subrayó que hoy en día se evita pensar en la muerte, aunque todos, tarde o temprano, formamos parte de la misma fila hacia ese destino inevitable, “somos tan frágiles, tan mortales, lo único que no sabemos es en qué lugar de la fila estamos”, expresó.

El obispo invitó a los fieles a reconocer en la muerte no un final, sino una transición y recordó que todas las religiones han intentado responder al misterio del más allá, pero para los cristianos, la fe en Cristo resucitado ofrece la certeza de la vida eterna.

Asimismo, Noriega Barceló destacó el valor de la Eucaristía como el vínculo entre la vida terrenal y la vida eterna, pues en ella se cumple la promesa de Cristo: “El que come de este pan vivirá para siempre”.

A través de este sacramento, explicó, los creyentes pueden participar de la vida de Jesús resucitado y mantener viva la fe en la resurrección, “solo desde la resurrección de Jesús podemos pensar en el más allá para nosotros”, insistió, invitando a no temer la oscuridad del sepulcro, sino a mirar más allá con la luz de la fe.

En el marco del Día de Muertos, el obispo recordó que la oración por los difuntos es un acto de amor y esperanza, además mencionó que los panteones, símbolos visibles de la memoria y la fe, representan la comunión entre el pasado, el presente y la eternidad.

Señaló que la Iglesia, al celebrar la Eucaristía, incluye los nombres de quienes han partido, pues ellos “ya participan de la Pascua eterna, purificándose o glorificados”.

Finalmente, exhortó a los fieles a vivir con plenitud y a encontrar sentido en la existencia terrenal a través de la fe, y expresó que quien logra comprender el misterio de la muerte también puede enfrentar con esperanza los desafíos de la vida.